Opinión
Por
  • ASUN SÁNCHEZ RAMOS

Temporada de nieve

Llegados ya este año a la última hoja del calendario, la esperada temporada de nieve -para un gran sector de la ciudadanía- se mantiene en el alero.

La razón de que está campaña permanezca en una situación tan difícil -que bien poco, o nada tiene que ver con todas las anteriores- es debida a que el maldito coronavirus sigue campando a sus anchas por nuestro país y, aunque la ansiada vacuna parece estar a la vuelta de la esquina, no sabemos exactamente cuánto tardará en llegar.

Así, la segunda oleada del virus ha puesto en jaque al conjunto de estaciones de esquí españolas, que se han visto obligadas a ampliar sus medidas de control y vigilancia al máximo, al objeto de que los practicantes del deporte del esquí puedan hacerlo con más seguridad que nunca.

Y es que estas empresas del sector blanco que han sido tan productivas hasta ahora, para animar a los ingentes esquiadores en estos tiempos de temor e incertidumbre, han ideado todo tipo de medidas ingeniosas con todo tipo de facilidades garantizadas, tanto deportivas como económicas.