Opinión
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  • PASCUAL ASCASO

Sin pacto de estado no avanzamos sino retrocedemos

Una vez más están poniendo en la cuerda floja a la educación como cada vez que nace una ley nueva sobre esta materia para pronto morir. Es lo que le sucederá, conducir a nada, a la ideológica ley Celaá del partido del PSOE en el poder, aliñado por unos cuantos votos más de la misma cuerda. El tema de la educación es un tema de estado y éste necesita para su fortalecimiento y duración en el tiempo, un pacto muy amplio a partir de una base técnica y experimentada formada por personas especializadas en la materia de valía reconocida, que sean los que diseñen el mismo y no por ideólogos políticos que además de no tener ni idea de ello solo piensan en el partido. Los ideólogos políticos solo sirven lentejas, si quieres las tomas y sino las dejas, sin oportunidad alguna por lo tanto, para que los padres puedan elegir qué educación desean para sus hijos.

Sólo un pacto de estado, en este tema de estado, daría, reitero, una garantía duradera en el tiempo en el sistema educativo y una mejora en la formación de los educandos que ahora no tienen. Esto no se puede cambiar de hoy para mañana como si se tratara de calcetines y hoy me los pongo negros y mañana blancos.

Yo creo que son muchos los aspectos que hay que pactar si somos justos y si queremos que la educación de este país avance. Yo ya pienso en algunos de ellos: Potenciar la educación especial; hacer universal y gratuita la educación 0 a 3 años; no poner zancadillas a la educación concertada; libros de texto y material escolar gratuitos; aplicar todas las medidas necesarias para evitar el fracaso escolar; libertad para que los padres elijan la educación que crean mejor para sus hijos; dinamizar la interrelación entre padres y profesores; favorecer la formación en valores; etc.

En definitiva, el pacto de estado en materia educativa debe dar oportunidad para que todos, sin discriminación alguna, se puedan desarrollar en las mismas condiciones, independientemente del bolsillo que disponga cada familia, porque si no mal vamos.

Por último decir que la mirada, sin recelo, a lo que otros países puedan hacer mejor que nosotros en esta materia, también nos puede servir de utilidad.