Opinión
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  • Diario del Altoaragón

La FLA y el eslogan en torno al libro

Prácticamente se han solapado la celebración admirable de la Feria del Libro Aragonés de Monzón y los tres anuncios de la campaña de la Dirección General del Libro y el Fomento de la Lectura del Ministerio de Cultura bajo el eslogan "Leer protege la mente". Coinciden, además, con la convicción de que la coyuntura sanitaria, que ha volteado todos los hábitos del ser humano, está provocando importantes desórdenes individuales y colectivos en la salud psíquica de los ciudadanos. Enlazando los dos primeros acontecimientos con el diagnóstico de tantos y tantos psiquiatras, psicólogos y neurocirujanos, a los que se suma una profusa literatura, podemos concluir sin temor alguno a la equivocación que disfrutar del ingente caudal escrito contribuye no sólo al enriquecimiento espiritual sino, también al equilibrio de las personas.

La FLA cerró ayer una edición prodigiosa, si cabe más que todas las precedentes por cuanto las restricciones han sido un hándicap que ha habido que solventar con una fabulosa organización, hercúlea en el esfuerzo, ingeniosa para salvar todos los obstáculos. La presencia de librerías, editoriales y escritores concluyó con un doble reconocimiento digno de elogio: por un lado, a los lectores en lengua aragonesa, una de las señas de identidad del certamen montisonense; por otro, a Severino Pallaruelo, que es el epítome de la observación, del arraigo en la tierra, de la voluntad de convertir la cultura en belleza a través de las letras. Severino es una enciclopedia de conocimientos aragoneses y oscenses volcada de forma virtuosa en libros. La curiosidad erigida en pedagogía, la misma que ha ejercido profesionalmente. Un símbolo por su ejemplaridad en el empeño de proteger la integridad del ser humano, el mismo objetivo de la Feria durante más de un cuarto de siglo. Enhorabuena.