Opinión
Por
  • JAVIER GARCÍA ANTÓN

Justicia en las estrellas

Justicia en las estrellas
Justicia en las estrellas
S.E.

Cada año, la Gala Michelin otea en el firmamento y enumera los astros de la gastronomía. Antoine de Saint-Exúpery se preguntaba si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya. En un viaje cósmico, ayer las recibieron La Venta del Sotón-Espacio N y el Restaurante Callizo, como hace años se estrenaron el Lillas Pastia y el Tatau Bistro. Como también lucieron en Las Torres y, remontándonos a los pioneros, el Navas.

Las Estrellas impartieron justicia poética, más allá de comparativas territoriales, con los dos galardonados, familias que han convertido la pasión en la restauración en su razón de ser, el Sotón desde hace muchos años (más de medio siglo), el Callizo algunos menos, pero con una trayectoria magnífica.

Espacio N (mística la atmósfera del refectorio creado por Julio Luzán) de la Venta del Sotón y el Restaurante Callizo sirven emoción, sorpresa, juego, interpretación y autenticidad. Una maravillosa química con la tradición a través del conocimiento. Un respeto reverencial a los productos de proximidad. Estudio, mucho estudio. Vocación de servir placer. Y, muy importante, una reverencia al sexto sentido -como lo definió a este escribano Ferrán Adriá-, que es el del humor. Esto es, vida, mucha vida.

Las dos nuevas estrellas tienen su grado también de reconocimiento a los emprendedores en cada caso. En La Venta del Sotón de Ana Acín y Eduardo Salanova, a ese mito que nos arranca una sonrisa cuando le nombramos que es Lorenzo Acín. Y doña Pepita Boned. Una familia. Como los Sierra, un fantástico clan con Pilar y Eva a las que "se pegaron" dos genios: Josetxo y Ramón. Una noche memorable. Chicos, vuestra felicidad es la nuestra.