Opinión
Por
  • CONCHITA DEL MORAL HERRÁNZ

Tiempo de espera

Estamos terminando el tiempo de Adviento, tiempo de espera. Y no es cualquier personaje famoso que todo el mundo quiere conocer, es nada menos que el mismo Dios que quiere hacerse hombre como nosotros para enseñarnos el verdadero camino de salvación y para que así podamos intimar más con –el. Quiso nacer como cualquiera de nosotros de una mujer, no por obra de varón sino de una virgen, María, que era una doncella de Nazaret; tantas estaban esperando esto; estaba desposada con José, varón justo, pero aún no vivían juntos.

María era una mujer de pueblo que se dedicaba a las faenas de la casa, lavar, hacer la comida, coser, rezar etc. Pues un día estando ella sola se le apareció el Arcángel Gabriel, la saludó y le anunció que iba a nacer de ella el Mesías, tan esperado para los israelitas y claro, ella se turbó y le dijo ¿cómo puede ser esto Y sabemos la contestación, por Obra y gracia del Espíritu Santo. Nos imaginamos lo que Ella pasaría, y como decírselo a José, pero Dios se lo comunicó a él.

El Rey de la región quiso que todos que pertenecían a su reinado ( por las fechas que le tocaba dar a luz a María), fueran a empadronarse a su lugar de estirpe y como José descendía de David, allá que tuvieron que ir, y no encontraron posada para albergarse y tuvieron que dormir en un pesebre; era donde había dos animales la mula y el buey.

El Rey de Reyes nació en pobreza. Nos da ejemplo de obediencia.

Bueno, hay que celebrar con alegría la Navidad porque el mundo estaba a oscuras y vino la Luz. Cantar villancicos, tocar panderetas y en la Nochebuena adorar al Niño y procurar pasarlo en familia y ayudar a los necesitados en todo lo que podamos, que nadie se encuentre solo y felicitar a la Virgen que nos trajo al Redentor.

Felices Pascuas, Año Nuevo y Reyes y a empezar el nuevo año con buenos propósitos.