Opinión
Por
  • RAMÓN RALLUY

La política puede esperar

Ahora a lo que hay que estar, lo prioritario es vencer la pandemia, el objetivo principal inmunizar la población, es urgente concienciar a todo el mundo de que, cuanto antes rebajemos los contagios muchísimo mejor (a poder ser) menos de veinticinco por cada cien mil habitantes, si es así más pronto se volverá a una relativa normalidad. Si, por el contrario, seguimos saltándonos las normas como se está haciendo, la irresponsabilidad sigue mandando por doquier y el negacionismo gana terreno, estamos perdidos, la pandemia seguirá causando estragos, las vacunas tendrán poca repercusión de momento, porque no habrá un muro fuerte protector e inmune, la economía seguirá resintiéndose y el horizonte seguirá sin despejarse. Por eso dar un paso al frente y vacunarse el mayor número posible, sería el mejor antídoto para ganar la batalla al cruel enemigo.

Si hubiéramos sido inteligentes, cuando se levantó el confinamiento, y hubiésemos dado por perdido éste nefasto dos mil veinte, quizá estaríamos de otra manera para afrontar el año venidero, que, aunque promete ser mejor, porque hay una base que parece ser sólida (las vacunas) no hay que bajar la guardia y tropezar otra vez estas navidades.

Por este motivo debemos de tener en mente, un único fin, dar un repaso a las cosas buenas del pasado, reafirmándonos en nuestro sentido común y empatizando con nuestro prójimo en tiempos muy difíciles. Tenemos que pensar lo valiosa que es la vida, a la que todos tenemos que aferrarnos, como instinto de todo ser viviente, trabajando para ello y poniendo todos los medios a nuestro alcance, no valen discrepancias ni prioridades, los sacrificios de hoy son salud y prosperidad para el mañana.