Opinión
Por
  • JAVIER GARCÍA ANTÓN

¿Sufre de hafefobia?

Avanza la tercera ola en España mientras las vacunaciones van despacio
Avanza la tercera ola en España mientras las vacunaciones van despacio
E.P.

Usted, querido lector, no lo sabe, pero yo le hago el diagnóstico: tiene ciertas probabilidades de sufrir hafefobia y agorafobia. El primero de los trastornos ha sido descrito en los últimos días: el pánico a tocar y ser tocado, asociado a la covid y su posibilidad de contagios por los contactos. En realidad, no son pocos los personajes que, a lo largo de la historia, han padecido estas patologías mentales que se atribuyen a un estado de ansiedad. Sin ir más lejos, la escritora Virginia Woolf mostraba una resistencia absoluta al tacto, tras una experiencia traumática en su infancia por un abuso sexual.

Entra en la casuística de estos tiempos también la agorafobia, el cierto terror que determinadas personas padecen a las multitudes o a los espacios abiertos. Sufrimiento cinematográfico de la protagonista de Copycat, interpretada por Sigourney Weaver. Y un daño real de escritores como León Tolstoi o Kafka.

Tiene un punto de obviedad esta atribución de los profesionales de la salud mental en estos tiempos. Sin haberlos visto -algunos estiman que hubiera sido conveniente una mayor crudeza gráfica-, los ciudadanos somos conscientes de que la industria de los ataúdes ha hecho su agosto, de que la postura que exigen los respiradores en las UCI no es la más ergonómica, de que el virus ataca por tierra, mar y aire (de las mediciones de las micropartículas hemos pasado a los aerosoles, de la exigencia de expectoraciones y toses al aleteo de unas materias minúsculas), de la severidad en las facciones de los portavoces públicos a unos ojos que desvelan desconcierto. Y, así, en las evidencias, los profetas de las enfermedades mentales raras. Blanco y en botella, depresión generalizada. Como para no...