Políticos engreídos

Nuestros políticos son unos engreídos en todo aquello que no se les ha puesto a prueba para demostrar, fehacientemente con hechos, que lo que dicen es verdad o si por el contrario es simplemente un farol. Yo creo que hasta ellos mismos se creen que lo que dicen es verdad y se quedan tan anchos y ufanos.

En el caso de la pandemia por el coronavirus ha resultado ser un farol de tomo y lomo lo que al principio nos decían que no había otra sanidad como la nuestra en el mundo y en cambio la covid-19 ha dejado al descubierto que lo que largaban no era verdad, sino simplemente un farol que utilizaban de manera grandilocuente y gratuita para tratar de hacerse pasar por lo que no son. Se dice que se coge antes a un mentiroso que a un cojo y aquí el coge mentiras ha sido el virus y los engañados, una vez más, nosotros.

Me supongo que después del fracaso con el que se ha llevado el trabajo para derrotar a la pandemia, vendrá el análisis profundo y con detenimiento de dicho fracaso, es lo que procede, para que sirva, pues de los errores también se aprende, que no vuelva a suceder tal galimatías y para bajarles los humos a los que mucho mienten arrimando el ascua a su sardina.

A los científicos que han conseguido la vacuna es a los que se debe la batalla ganada al virus, junto al trabajo de los sanitarios que se han entregado sin descanso desde el primer momento y con escasos medios porque al gobierno le cogió la pandemia fuera de juego. Si nuestro gobierno hubiera estado a la altura de los anteriormente citados otro pelo nos hubiese lucido y el desastre hubiese sido bastante menor.

No estará de más, tampoco, que nuestro gobierno mire a aquellos países que están haciendo bien las cosas, no es pecado, para que siguiendo sus pasos mejoremos los nuestros. Hay que saber ser humildes y desterrar el orgullo porque éste no es buen compañero para conducirnos a buen puerto.