Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Compromiso con el Justiciazgo

Uno de los cargos de elección indirecta, el del Justicia, ostenta en su propio condicionamiento legal las garantías de que su ejercicio va a estar sometido a unos principios de mérito. Quienes, con el nuevo sistema autonómico, han ejercido el Justiciazgo son profesionales acreditados en su carrera jurídica, con conocimientos y, desde esa misma base, con el sentido común adquirido para procurar un desempeño acorde a las competencias que tienen asignadas, que para el gusto de muchos habrían de ser ampliadas. Sus informes están dotados de mesura y de la radicalidad exigible ante asuntos notorios en los que la ética se incorpora al Derecho de manera más nítida para asegurar la función básica e importantísima de la Justicia.

Ayer tuvo lugar un modesto reconocimiento a la institución con la conmemoración de la ejecución de Don Juan de Lanuza V, en el Día del Justicia al que se añade el compromiso con Los Derechos y Libertades de los aragoneses. Ayer, sin ir más lejos, en esta tribuna, Ángel Dolado reconocía que en este año hemos tenido que renunciar a derechos y libertades que nuestros ciudadanos tanto han defendido a lo largo de la historia, con el objetivo supremo de combatir los efectos de la crisis sanitaria. Con la proclamación de que "nos, que somos y valemos tanto como vos, pero juntes más que vos", que ha acompañado por los siglos de los siglos a nuestro pueblo, la precisión de actualización con los usos y costumbres, pero también con las necesidades, ha inducido al actual titular del Justiciazgo a reclamar de sus representados la sensatez y la prudencia, e incluso la paciencia en este tránsito que esperemos sea efímero entre dos épocas de progreso y de reafirmación aragonesa. Mientras tanto, arropemos a una institución fundamental.