Opinión
Por
  • MARÍA PILAR CLIMENTE

Navidad 2020

Ya ha llegado la luz del amanecer hasta mí, humilde, algo más triste que la anterior. El frío ha cubierto con un manto de rocío, junto con un fuerte abrazo que va alegrando todas las noches o alboradas, a un punto en que se mezclan en un rumor fuerte con el estallido del virus.

La humanidad, los países poderosos junto a los humildes, toman medidas. Se ofrecen pacientes para intentar cortar el latigazo que está llegando a ser muy peligroso. Pasamos por épocas inquietas, miedo en hospitales, residencias de ancianos, ahora se puede ir de región a otra cercana.

Empiezas bien el día, tienes nuevas obligaciones con la situación de "baja por enfermedad" aunque vaya torcida siempre procuro ser fiel a mis proyectos, promesas, recuerdos, aparto las necesidades indecisas y procuro volver a andar, ir en bicicleta, centrarme en "mi pintura" que, aunque a muchos no les guste, está llena de colores de una niña que un día triste se animó a coger lápices de colores y pinceles de acuarela, sobre todo cuando era el atardecer o a primera luz del amanecer. Con la luz nubosa, la niebla enfría el cuerpo, pero su espíritu, no. Vienen recuerdos, muchas lágrimas. Te encierras, te vas enrollando dentro, paso a paso, como un caracol que va dando paseos después de cada lluvia de alegría para la naturaleza, y también el cazador empedernido como es este manjar junto al huevo duro, pimiento rojo, trocitos de guindilla y un poco de mayonesa.

Es la temporada de fiestas entrañables, recordando los olores de la olla exprés o mejor la cazuela de barro donde se mezcla el aroma del bacalao, el pimiento rojo, el tomate, y qué decir del "vino rancio".

A partir de los 50, la persona, su carácter, es más sensato, valoras el honor que te transmiten las personas que te han ayudado a salir afuera. Sobre todo, respeta la personalidad de todos los amigos y hay que ser decidida para ir haciendo todos tus deseos, tu rutina de siempre.

Quiero alabar a todos mis compañeros que, con la marcha del trabajo, son muy competentes y llenos de vida. Arcadia es una meta para todos. ¡Qué suerte tenéis por ser responsables! Espero mejorar y ser útil como cualquier trabajador.