Opinión
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  • DIARIO DEL ALTOARAGÓN

A por un plan para la vacunación

Todo cuanto ha tenido que ver con el coronavirus ha arrollado a cualquier tipo de planificación. La carencia de conocimientos y de certezas en torno al virus ha motivado que desde mediados de marzo los gobiernos y también la comunidad científica han ido detrás de la identificación del comportamiento del virus y de las maneras de abordarlo, tanto desde el plano social para la prevención como desde el sanitario. Hoy, por fin, se inyectan las primeras vacunas en residencias de toda España, en el caso de nuestra provincia en la Somontano de Barbastro. Y, a partir de aquí, debiera iniciarse una carrera lo más eficiente posible para alcanzar primero la inmunidad de rebaño. Que no existía un plan de vacunación queda evidenciado por la hemeroteca (tanto el presidente del Gobierno como el ministro de Sanidad fechaban hace menos de dos meses en mayo las primeras dosis) y por las obviedades, como la identificación de 13.000 presuntos centros especiales para estas operaciones, que curiosamente coinciden con el número de centros de salud existentes en España.

Pero la prueba más palmaria de que hay que perfeccionar la maquinaria de vacunación es la estimación del propio Illa cuando estableció una dosificación semanal que nos llevaría a no menos de sesenta semanas para la inmunidad (el 60 % de la población) y hasta cerca de cien para la totalidad. Quizás, en los cálculos, se está contabilizando exclusivamente al magnífico cuerpo de recursos humanos de enfermería, cuando en unas circunstancias como las actuales la diligencia en el proceso demanda aceptar los buenos ofrecimientos de otros profesionales como veterinarios (altamente acostumbrados a estas lides) y farmacéuticos. Por el bien de todos, seamos prácticos para salir cuanto antes de este marasmo.