Opinión
Por
  • PASCUAL ASCASO

Benditos pueblos y malditos gobiernos

Son bastantes los jóvenes que apuestan por desarrollar su plan de vida en el medio rural montando su propia empresa o negocio y lo hacen con ilusión y con inteligencia, porque están muy bien preparados, y aunque todo está difícil, no nos engañemos, están convencidos de que van a salir adelante; unos lo hacen no saliendo del pueblo y otros regresando a él. Ahora solo falta que los gobiernos de turno sepan estar a la altura y dejándose de lisonjas se pongan de verdad a colaborar con los que se les están adelantando, deseosos, con muy buen criterio, de querer vivir en el pueblo.

Si los gobiernos dotan al mundo rural de todo aquello que necesitan los emprendedores para desarrollar su actividad con mayor certeza de éxito, estamos seguros que los pueblos reverdecerán y se fijará población, y si no lo hacen y solo siguen con la lisonja de engañabobos, no tendrán perdón de Dios, porque todos sabemos que con perras chufletes.

Lo que necesitan los pueblos el gobierno lo sabe muy bien, pero no sólo hay que saberlo sino aplicarlo para hacerlo realidad. Necesitan entre otras cosas: que estén dotados de los servicios precisos que permitan vivir con todas sus necesidades cubiertas los que allí moran; que las vías de comunicación sean las adecuadas; que las tecnologías no falten para que puedan desarrollar su actividad empresarial o de negocio con eficacia; que se desarrollen planes de vivienda adecuados; que se les dote de una fiscalidad apropiada, etcétera.

Si como parece que los jóvenes están por la labor de desarrollar su actividad en el mundo rural y los gobiernos de turno cumplen con las que deben ser sus obligaciones de apoyo, se estará en el camino inverso que se siguió, lamentablemente, en los años cincuenta y posteriores que se basó en vaciar a los pueblos y llenar a las ciudades, algo que nunca debería de haber sucedido.

Los pueblos deben de dejar de ser solamente agrícolas y ganaderos y facilitar la apertura a un abanico de actividades para dar cabida a cuantos más mejor.

¿Reverdecerán de nuevo los pueblos? Parece que por los jóvenes no va a quedar, pero por el gobierno está por ver. Ver los pueblos llenos qué maravilla sería.