Opinión
Por
  • ANTONIO LASHERAS

El miedo de la tercera edad

La tercera edad de hoy, fue la capa social trabajadora de la década de los 70, trabajadores empedernidos con pocas prebendas sociales y con trabajos físicos mucho más duros que los actuales, la mecanización actual en todas las materias, minimiza los esfuerzos para suavizar toda clase de trabajos.

En este año 2020 esta capa social está sufriendo dos adversidades. La primera la COVID-19 y sus consecuencias, la segunda, que será de la jubilación cuando finalice la pandemia. Las pensiones del futuro dependerán de la buena o mala gestión de los políticos. Los recursos económicos son limitados y habrá que saber dosificarlos para mantener el sistema actual.

En los tiempos actuales es difícil vivir con pensiones pequeñas de autónomos o viudedad, pero la sociedad se ha adaptado a ellos con esfuerzo y privaciones, el drama podría llegar si en el futuro tuviéramos que admitir recortes de las mismas, el recorte lineal siempre seria más doloroso para las pensiones bajas o muy bajas.

A España y al Mundo le llegan tiempos cambiantes, nada será igual en el futuro, parece ser que ciertas capas sociales no lo quieren saber ni entender. El sufrimiento del año 2020 siempre estará en la mente de millones de seres humanos de los cinco continentes.

Deseo fervientemente equivocarme, pero tendremos que vivir una post-covid durísima en los dos pilares fundamentales del hombre, sanitaria y económica.

Todas las posguerras han sido tan duras o más que la propia guerra, y en esta guerra sanitaria y económica no será diferente.

La ventaja que podríamos tener sobre épocas pasadas, son los medios disponibles a nuestro alcance, mejor sanidad, y mejores medios de producción para reactivar la economía.

No podemos soñar a corto plazo con el pasado. El día a día será fundamental para conseguir una adaptación lógica y justa.