Opinión
Por
  • JAVIER GARCÍA ANTÓN

A Jack Ma ni me lo toquen

A Jack Ma ni me lo toquen
A Jack Ma ni me lo toquen
EFE

Xi Jinping es un dictador. Tan incontrovertible como que algunos quieren ponerle guantes blancos sin darse cuenta de que, para cazar a sus víctimas, se los quita como gato diabólico. Ha desaparecido misteriosamente un paradigma, Jack Ma. Le acusan de pretender elevar un "monopolio". En la China comunista, "manda huevos".

El hombre hoy más rico del gigante asiático admira a Forrest Gump. En el fondo, existen concomitancias en el personaje interpretado por Tom Hanks, sobre todo en la capacidad de salvar obstáculos. Jack Ma fue un mal estudiante. Un zote de manual. Suspendió en todas las etapas educativas, pero no detuvo su camino. Cuando hubo de acelerar, se topó con diez rechazos en su empeño de ser admitido en Harvard (obtuvo 1 de 120 puntos en matemáticas), así que se conformó con la universidad de Hangzhou y Letras Inglesas. Concurrió a treinta pruebas de selección sin éxito, y en la enseña de comidas rápidas KFC fue el único inadmitido entre 25, agravio que atribuyó a ser pequeño y falto de atractivo físico. Su mujer, Zhang Ying, asegura que es capaz de habilidades que los hombres guapos no lucen.

Imparable, recibió el no de inversores de Silicon Valley y, cuando al fin logró 18 socios para Alibabá, les comunicó que contrataría a otros expertos para el consejo directivo. "Gran error".

Tras tres años de pérdidas, dio con la tecla y se erigió en modelo y referente admirado. Asegura que estamos aquí para disfrutar de la vida y que la de los demás sea mejor, por lo que la clave en el trabajo es pasarlo bien aunque sea 12 horas.

Y, como su gran lección, "siempre tendrás una oportunidad de triunfar si no te rindes. Darse por vencido es la mayor de las derrotas". Yo le hago la ola a Jack.