Opinión
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  • PASCUAL ASCASO

2020, un año para olvidar que no se olvidará

En torno al día del discurso del Rey Felipe VI del día de Nochebuena, rememoraron en TV el reportaje de la boda de la hija del presidente del gobierno Aznar, en su día. La boda tuvo lugar en el Escorial y asistieron a la misma 1.500 invitados de alto copete, y bastantes de baja moral y ética. En dicho reportaje iban ofreciendo una instantánea personal de cada uno de los asistentes corruptos que asistían a la misma con el fin de visibilizarlos bien. He de decir que sentí vergüenza contemplar aquel panorama, cosa que a ellos, a los corruptos me refiero, les debió parecer plenamente satisfactorio, a pesar de haber pasado por la cárcel, estar en ella o esperando entrar en chirona a no tardar, porque de todo hay en el cortijo político.

¿Qué por qué cuento esto Pues porque el meollo central del discurso del Rey Felipe VI de esa noche tan señalada, fue aquella frase: "Los principios éticos y morales de todos, y digo de todos, deben estar por encima de consideraciones familiares". Mira por dónde que esto mismo dijo o algo similar, en su día, su progenitor Juan Carlos I y ahora ha hecho bueno aquello de que del dicho al hecho media un buen trecho, y como no es oro todo lo que reluce no hay que fiarse de lo que dicen los más poderosos desde el púlpito del poder porque mienten más que hablan y mira que largan.

Cuando veía estas instantáneas de los poderosos en el bodorrio, me decía, ¿cuántas veces todos ellos habrán dado grandilocuentes discursos que son una suma de grandilocuentes mentiras que les llevan a grandilocuentes y vergonzosas corruptelas Parece ser que el monarca Juan Carlos I, supuestamente, y que no la monarquía, haya dado alas a los numerosos discípulos que han seguido sus pasos sin ningún escrúpulo y con nota de sobresaliente.

Si a todo esto unimos el desastre causado por la pandemia en todos los órdenes de la vida, podremos afirmar, sin lugar a equivocarnos, que el año 2020 ha sido un año para olvidar que no olvidaremos.