Opinión
Por
  • MAR SÁNCHEZ RAMOS

Automóvil

Una de las múltiples consecuencias negativas de la maldita pandemia mundial del corona virus que nos azota desde el inicio del 2020, ha sido -indiscutiblemente- el brutal descenso de la cifra de ventas de vehículos durante el pasado año en nuestro país, con una histórica caída del 32,3%.

Semejante retroceso sufrido este último año ha supuesto alcanzar tan solo unas ventas de coches similares a las logradas en el 2014, precisamente, cuando por aquellas lejanas fechas se marcaba el principio del fin de la crisis económica que había arrancado justamente cuatro años antes.

Resulta pues imprescindible recordar que el sector automovilístico, con miles de puestos de trabajo, actividad en talleres mecánicos y millones de euros en negocio de componentes -entre otros- supone, junto con el sector del Turismo, dos esenciales motores del progreso de cualquier país del mundo.

Así que, representando el automóvil el 10% del PIB y, contando con 17 grandes fábricas en nuestro territorio con más de 42 modelos, de los cuales 20 son en exclusiva mundial, urge una inmediata recuperación del mismo, para mejorar nuestra últimamente cada vez, ¡ay!, más enclenque economía.