Opinión
Por
  • Teófilo Marco Estella

No son incompatibles

Algunos dicen que creen en la ciencia "a pies juntillas," este dicho parece ser que significa que se une y se junta a ello. Otros decimos sobre Dios más o menos lo mismo. Ambas cosas ciencia y fe no son incompatibles.

Louis Leakey, toda una autoridad en arqueología, antropología y paleontología, el estudio de animales y plantas extintos; dominando igualmente la zoología, la anatomía y la geología, hombre de fe intensa sin complicaciones decía: "Veo la mano de Dios en las maravillosas complicaciones de la evolución. En la Biblia, en el Génesis encontramos acertadamente la secuencia principal de los hechos relativos al mundo. Es posible reconciliar ciencia y fe." El Génesis nos dice que el mundo en sus comienzos era informe y vacío, una masa gaseosa. Los seis días de la creación no representan días de veinticuatro horas, sino períodos de tiempo en los cuales el orden de aparición se acerca mucho al orden que ha descubierto la ciencia; primero la vida vegetal; luego, la vida de los invertebrados, seguido por los peces, los mamíferos y el hombre Homo Sapiens, de pensamiento, de habla, de conciencia, de religión, de arte y de ciencia, o como dice el Génesis en la historia de Adán y Eva, con la ciencia del bien y del mal. La ley natural que todos llevamos impresa en la conciencia, y esta dicta a todos los hombres del mundo, que hay que obrar el bien y evitar el mal; que hay acciones malas tal como matar al inocente y otras que son buenas aunque no las ordene ninguna ley humana, tal como honrar a los padres.

La historia y la etnografía demuestran que la ley natural es reconocida por todos los pueblos.