Opinión
Por
  • ANTONIO LASHERAS

¿Qué pasa cuando tenemos dependencia extrema?

España es el país de la U.E. que más dependencia tiene del turismo extranjero y del propio también.

Las ofertas nos pueden llegar de los siguientes frentes: playa, montaña, nieve, balnearios, cruceros, turismo rural, turismo de aventura y turismo cultural, sin olvidar el turismo deportivo y el turismo gastronómico.

¡Demasiado arroz, para tan poco pollo en nuestros días!.

Toda clase de turismo, necesita una masa social que se mueva, que corra kilómetros, que gaste ruedas, gasolina, comidas, bebidas, alojamientos, recuerdos de otras latitudes y gastos imprevistos.

Pero la pandemia ha levantado barreras, que no estaban previstas en los diferentes proyectos turísticos. Algo parecido nos pasará con la economía, la economía del mañana no se parecerá en nada a la del ayer, y volveremos a decir, la economía ha levantado barreras infranqueables.

¿Quién tiene la culpa de esta situación anómala?.

Los chinos, las naciones, las autonomías, las provincias, o el sistema de una sociedad, necesitada siempre de economías externas muy lejanas a nuestros orígenes.

En las últimas semanas estamos viviendo la lucha sanitaria y la lucha económica. Médicos y sanitarios en general pidiendo acciones responsables ante la tercera ola. Y zonas turísticas reclamando apertura y libertad de movimientos.

No soy quien, para dar y quitar razones, pero nunca tendremos una buena economía, sin antes tener una buena salud física y mental.

Un jugador de futbol lesionado de gravedad, no volverá a competir en el campo, hasta que sus lesiones no estén subsanadas para volver a competir con garantías.

¡Primero San Juan y después San Pedro!