Opinión
Por
  • JULIA NAVARRO

¿Pero quién es el responsable?

¿Pero quién es el responsable?
¿Pero quién es el responsable?

Con más de noventa mil contagiados en los últimos días y una cifra ascendente de fallecidos, Salvador Illa deja el cargo de ministro. Dicho sea de paso, en vista de los resultados de su gestión es irrelevante que se vaya o que se quede. Lo único que se puede decir de él es que parece un hombre tranquilo al que no le gustan los histrionismos.

Pero lo relevante, ya digo, no es que Illa se vaya a Cataluña para intentar hacerse con la presidencia de la Generalitat, sino que tenemos un Gobierno a tiempo parcial. Es decir, Pedro Sánchez y su Gobierno son responsables de la gestión contra la pandemia solo a ratos. Cuando hay problemas se los encasquetan a las Comunidades Autónomas para que, si algo sale mal, estas sean las responsables, pero si hay un "foto" que les beneficie enseguida ponen su mejor cara para salir favorecidos. Por lo pronto desconocemos qué sucede con las vacunas, si es que no hay dosis suficientes para todos y cuáles son los criterios de vacunación. Y esa falta de información provoca inquietud ya que la pandemia del maldito Covid cabalga desbocada y sin embargo el Gobierno, a través del todavía ministro Salvador Illa, ha venido asegurando que las Comunidades tienen instrumentos necesarios para parar los contagios.

Sin embargo, llevamos días escuchando a distintos responsables de algunas Comunidades Autónomas que es necesario un confinamiento total de la población para poner freno a los contagios, y la opinión de muchos médicos y expertos van en la misma dirección. Incluso en Madrid, Isabel Díaz Ayuso no ha tenido más remedio que doblegarse y asumir que no tenía más remedio que poner en marcha nuevas restricciones. También desde la Unión Europea se aconseja que a partir de 500 casos por cien mil habitantes lo pertinente es el confinamiento. Pero a la vista está que el Gobierno está haciendo oídos sordos exactamente igual que, al comienzo de la pandemia, hace ya casi un año, reaccionó tarde y mal con las graves consecuencias que esto tuvo para la expansión del virus.

Ahora, vaya usted a saber por qué nuestro Gobierno no decide coger el timón. Como no soy una experta en pandemias, no me atrevo a decir que es lo que hay que hacer pero lo que es evidente es que hay que hacer algo, porque resulta insoportable el nivel de contagios y de muertos por más que el Gobierno haga como que no va con ellos.

En toda esta crisis se ha puesto en evidencia que el Estado de las Autonomías, que sin duda tiene más ventajas que inconvenientes, también tiene inconvenientes. Y es que una situación de pandemia debería de haberse centralizado la toma de decisiones con el consejo de las Comunidades, sin duda, pero con un organismo sobre el que hubiera recaído la responsabilidad de la gestión. Pero como el nuestro es un país muy original, tenemos un Ministerio de Sanidad que en realidad es un enorme edificio que solo conserva el nombre porque la realidad es que está vacío de contenido.

Los tiras y aflojas entre el hasta ahora ministro, Salvador Illa, y los consejeros de Sanidad de las autonomías no resuelven el verdadero problema, que es poner coto al maldito virus. Y si, yo me pregunto a qué se dedica el Gobierno, porque ahora mismo no tiene nada más importante que intentar salvar las vidas de los ciudadanos. Pero ellos a lo suyo aunque lo suyo no sea lo nuestro.