Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Exportaciones, hacer de la necesidad virtud

El sector exterior está entregando grandes alegrías a la economía altoaragonesa, cuya resistencia en estos momentos depende tanto de la internacionalización como de la demanda interna. No es casualidad que gran parte del crecimiento de las exportaciones de las empresas oscenses obedezca a la pujanza sostenida de China, el país con un mejor comportamiento del mundo en medio de la pandemia, con más de dos puntos porcentuales de incremento del PIB que contrastan con la evolución de otros, como España, donde el desplome se cuantifica en dos dígitos porcentuales. Ese 983 % de aumento de las ventas a China hasta los 215 millones de euros corresponde prácticamente en su totalidad al sector cárnico y principalmente el porcino. Una buena noticia aunque la concentración implica que otros grupos de productos sí se han resentido en esta crisis.

Sea como fuere, la comparativa entre el Alto Aragón y el entorno entrega buenas nuevas a nuestra tierra. Subir un 33,3 % el superávit, alcanzar cifras récord en las exportaciones e incluso mantener las importaciones -lo que implica actividad también en las empresas que se proveen de esos bienes y servicios-, frente a porcentajes en negativo en Aragón y España, es un buen punto de partida para este 2021 en el que las inquietudes sanitarias todavía pesan sobre el ánimo de los consumidores y del conjunto de la economía, pero cabe esperar que se produzca una recuperación que, indefectiblemente, irá asociada al ritmo de vacunación y a la comercialización de antídotos eficaces. En estos momentos, en la búsqueda del tesoro en realidad se están indagando los caminos para encontrar la confianza, y este factor intangible pero cierto de la economía encuentra un buen aliado en las empresas exportadoras de nuestra provincia.