Opinión
Por
  • JAVIER GARCÍA ANTÓN

Rebelión en Youtube

Rebelión en Youtube
Rebelión en Youtube
EFE

1967 era otro mundo. Entonces, Sidney Poitier era capaz de enfrentarse a fuer de frustraciones con un aula de rebeldes incontenible... y finalmente encauzada. Si McLuhan preconizó la aldea global, hoy la globalidad está en Youtube, TikTok, Instagram y otras comunidades sin fronteras. Aunque presumiblemente controladas por los algoritmos que reportan a los poderes, las irrupciones de sus seres más influyentes desembocan en ciclogénesis explosivas. Esto mismo ha sucedido con El Rubius y su anuncio de traslado a Andorra, donde recibirá un trato fiscal diferente y, según él, un respeto.

Es lo que tiene el bumerán. Que tiende a volverse. En agosto, Fermando Simón y Salvador Illa pidieron apoyo a los "influencers" (¡para qué se van a complicar los gobiernos en usar los términos de nuestro pulcro idioma!) para llegar a las capas jóvenes de la sociedad con su mensaje de prudencia, protección, sensatez, con el que evitar rebrotes. Ya decía Goethe que la juventud prefiere ser estimulada antes que instruida. Lo moderno mola, y más a un creador de tendencias como Simón. No pocos, como Wismichu, atendieron el llamamiento. Y todos aplaudimos.

Las cañas se vuelven lanzas. El Rubius se traslada a Andorra en busca -según un argumentario rebatible pero bien construido- de una tributación proporcional y un respeto que no ha hallado en algún funcionario de Hacienda "de los de siempre". Y las terminales mediáticas progubernamentales han arremetido contra este videoproductor con casi 50 millones de suscriptores. Y a Iván Redondo le ha pillado la insurrección "youtubera" (muchos han apoyado al colega) en periodo "covídico". Y los que eran esperanza son demonios. De aquellas lluvias, estos lodos, quién sabe si controlables.