Opinión
Por
  • Diario del Altoaragón

Carreteras "sin relumbrón"

En la magnificencia en la que nos movemos en estos tiempos gruesos, sin resquicio para los matices, "colar" la presentación de las actuaciones en carreteras y travesías de ámbito autonómico recuerda que no sólo de autovías y comunicaciones de alta velocidad viven los territorios. Es más, la malla de vías secundarias mide en realidad la calidad de vida de sus ciudadanos porque explica la eficacia de su movilidad y, además, constituye un factor de competitividad importante para la consolidación de la actividad y la atracción de nuevas aportaciones.

El consejero de Vertebración del Territorio y el director general de Carreteras, Bizén Fuster, son dos gestores acostumbrados a pisar calle y asfalto. Por convicción y por pragmatismo, saben que el reequilibrio territorial, que es tanto como la garantía del apuntalamiento de la demografía y de la actividad a lo largo de todo Aragón, responde a la calidad de infraestructuras que dignifican las condiciones de conexión en todos los ámbitos, hoy también en la vía digital pero sustantivamente en las carreteras. Esos 17 millones de euros de inversión en la provincia de Huesca, como explicó José Luis Soro, son claves para el estímulo de la reactivación económica, de la cohesión social y de los sectores que se han visto perjudicados de una manera grave por la actual coyuntura de la pandemia y sus terribles consecuencias.

Una buena red de carreteras de capacidad apreciable es garantía de eficiencia en las interrelaciones entre las comarcas, los valles y los pueblos, para una suma que repercute muy directamente en el bienestar de las personas arraigadas en el medio rural y que, además, constituye un argumento poderoso para quienes vuelven hacia esos orígenes sus ojos. Son inversiones de primera.