Opinión
Por
  • ISABEL MONTAÑÉS NERÍN

¿Tan difícil es?

Mi perplejidad va en aumento. Nuestros gobernantes nos introducen en un escenario que pasa rápidamente de la esperanza a la decepción. Si la situación de por sí es ya inverosímil, nuestros responsables la están convirtiendo en fantasmagórica. Nos inundan de esperanzas con la llegada de vacunas, con la presentación de quiénes son grupos prioritarios, con un calendario bien detallado de vacunaciones y un sinfín de mensajes ilusionantes. Los ciudadanos saboreamos ya un dulce final a tanto sufrimiento acumulado. Llega el primer envío, eso sí con el sello bien puesto del Gobierno de España y no de la Unión Europea. Llegan, pero escasean. Llegan, pero no hay jeringuillas adecuadas. Llegan, pero la agenda hay que aplazarla. ¡Qué poco ha durado este regocijo naciente! Ahora ya no hay sello, ahora es la Unión Europea la que ha sido engañada por los laboratorios.

¿Tan difícil es decir la verdad ¿Tan difícil es decir lo que claramente vemos los ciudadanos ¿Por qué siguen prometiendo mentiras Frenen las expectativas falsas. La realidad son hospitalizaciones, UCIS casi colapsadas, personas muriéndose. Reconozcan de manera honesta y abierta la mala planificación, la pésima distribución de las vacunas. Éstas no van a estar al alcance de la mayoría en este primer semestre. Tienen una responsabilidad política de atajar esta oleada. No sigan culpando a cómo se ha actuado durante las navidades, a las distintas cepas... ¡Hagan una buena gestión! Lo que está en juego es la salud, muchísimas vidas, la economía de infinidad de familias y de un país entero. Necesitamos que nos digan la verdad de lo que está sucediendo y de lo que va a suceder, que pongan medidas, que replanteen calendarios, escala de prioridades... Eviten estancarnos en una frustración permanente.

Si no hay verdad ni buena gestión dimitan. ¿Cómo es posible que un vicepresidente proponga como solución nacionalizar los laboratorios y lo presente como garantía de salud Y sólo es posible si hay una comprensión inadecuada de la realidad o si quiere hacer de España una segunda Venezuela.