Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Conceptos de flexibilidad

Tiene el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, en los conceptos generales. En la actual encrucijada, difícilmente podamos encontrar un valor más fundamental que el sanitario y una mayor necesidad que la de proteger a la población, que comienza por la propia actitud individual y sigue por la necesidad de que las instituciones administren adecuadamente, con la máxima diligencia, todos los recursos para combatir la pandemia. Es cierto que ni muchas personas ni muchas administraciones están rindiendo lo que cabía esperar de ellas, y también lo es que la flexibilidad no implica necesariamente una condena a la ineficacia.

Creemos que resulta obvio que es Sanidad quien ha de determinar, porque en su autoridad está su responsabilidad y la esperanza de un próximo cambio de tendencia, las medidas y restricciones que padecen los individuos, las empresas, los colectivos, los pueblos y las ciudades. Pero también es legítima una cierta incomprensión de algunos territorios, en este caso Huesca en la que el alcalde ha demandado una mayor apertura por los buenos datos sanitarios, que en algunos momentos de la pandemia han sido razonablemente sometidos a unos ajustes más severos que otros por su peor comportamiento epidemiológico, y en el sentido inverso la proporción también habría de ser versátil. Es obvio que esto no es como en las sinfonolas en las que se elegía la canción que correspondía a nuestro estado de ánimo, pero también lo es que el café para todos no sirve dependiendo de la distinción en la salud. Y que no es conveniente tensar la economía cuando no resulta absolutamente imprescindible. Nadie en su sano juicio quiere asumir riesgos innecesarios, pero tampoco renunciar a una cierta normalidad cuando lo permite la mejoría.