Opinión
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  • Diario del Altoaragón

A por el Plan Remonta

No es bueno que los alcaldes de dos valles distintos se enfrenten, con el asomo de un cierto trasfondo de política partidaria, en una cuestión tan práctica y que va a afectar a centenares de familias relacionadas con el sector de la nieve. Los 2,5 millones del Plan Remonta hay que gestionarlos y ejecutarlos porque van a paliar una parte de los perjuicios por la inactividad en las estaciones de esquí, que afecta a tantos sectores como los que contempla el decreto y hasta es probable que a más. Por supuesto, los munícipes están en todo su derecho de expresar las críticas por las deficiencias que aprecien y los elogios por las virtudes que contemplen. Es más, tienen que hacer llegar a las administraciones competentes sus propuestas de mejora para optimizar el aprovechamiento de los recursos consignados, sus reivindicaciones de ampliación en la misma materia o en otras aledañas y las voces de los empresarios, los trabajadores y los particulares de sus poblaciones.

Haciendo caso omiso de las siglas, porque la obediencia ciega implica una cierta desafección por la pluralidad del pensamiento (que no es hacia el otro, sino hacia los propios), los ediles tienen una buena oportunidad de colaborar para intentar resolver problemáticas coincidentes, que las hay y son muy importantes, y también para robustecer las oportunidades que, con la cooperación, se les presentan. Han de seguir siendo portavoces de sus territorios, respaldar como están haciendo a los profesionales, autónomos y pymes que sufren en el sector de los servicios (turismo, hostelería, comercio...), y en la medida de lo posible aunar sus argumentos para facilitar, además, que las instituciones de ámbito geográfico superior tengan el mejor mapa de la situación global y particular. Y, ahora, toca exprimir el Plan Remonta.