Opinión
Por
  • FERNANDO ALVIRA

El 275 Aniversario de Goya y el CDAN

Vivimos en una sociedad en la que abundan los que opinan que solo vale lo nuevo, que nada del ayer tiene cabida en un mundo que cada vez se transforma con más rapidez. Son los que consideran que sobran las instituciones longevas, las que tienen historia, sin darse cuenta de que es necesario analizar cada momento con perspectiva porque solamente de esa reflexión nacerá el criterio que hará más útiles los cambios. La necesidad de valorar los avances y las novedades, de enriquecerlos con la experiencia de las sociedades, es una función que es necesaria y diría que imprescindible, aunque nada más sea para reconocer, aunar voluntades y promover conjuntamente aquellas propuestas generadoras de futuro.

La evidencia próxima constata esta afirmación, mucho más cuando se puede apoyar en un ejemplo bien reciente. Ninguna "sociedad modernísima" hubiera sido capaz de aunar y conciliar las voluntades de quienes intervinieron en las muchas celebraciones que coincidían en 2018 en nuestra tierra. La que algunos pueden considerar vetusta Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis sentó en una misma mesa al Gobierno y a la sociedad Turismo de Aragón, al Ayuntamiento de Zaragoza, el Arzobispado, las Cortes de Aragón, el Justicia, la Fundación IberCaja, la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, la Casa de Ganaderos, el Auditorio de Zaragoza y la Universidad para realizar más de ciento veinte actos, exposiciones, conciertos, ciclos de conferencias… que pudieran acercar a los aragoneses la realidad de instituciones creadas hace cientos de años que siguen vigentes para el servicio desinteresado y objetivo de los ciudadanos de esta tierra nuestra.

Esta es la demostración de que preocuparse por el pasado no impide, en ningún caso, mirar al presente y al futuro para prestar atención a lo contemporáneo. Por lo que queda claro que la Real Academia Aragonesa de Bellas Artes no puede dejar de mostrar la gran preocupación que produce en quienes la componemos la situación que atraviesa en estos momentos el Centro de Arte y Naturaleza. El CDAN ha ocupado en los pocos años que lleva en funcionamiento un lugar destacado en el panorama nacional y es conocido en el ámbito internacional como uno de los centros de arte que muestran su preocupación por aspectos claves que aseguran el futuro de los ciudadanos: aspectos propuestos como objetivo en las grandes agendas previstas para las próximas décadas. En esta línea de conciliar el arte y su debate creativo con el cuidado de la naturaleza y el mantenimiento de los paisajes, se ha asentado la base del programa que ha regido la trayectoria del CDAN desde su privilegiada atalaya de Huesca.

Por esta razón, cuando se decidió el nombramiento de José Beulas como académico de Honor, la Academia atendía no sólo al reconocimiento de un importante legado a la capital altoaragonesa, en suma, a los aragoneses, sino también la importancia que la propuesta de investigación y de creación del pintor tenía para la divulgación del paisaje. Además, su colección particular pasaba a ser un segundo escalón frente a la construcción de un proyecto innovador planteado desde la más absoluta y ejemplar modernidad que encontró en el trabajo realizado en la sección de Cultura de la DPH y su proyecto Arte y Naturaleza una excelente rampa de lanzamiento hacia la consolidación del nuevo museo como propuesta innovadora en el mundo del Arte.

Hoy es evidente que poner ese proyecto bajo la batuta de un museo arqueológico parece una decisión cuando menos chocante. El CDAN como centro de arte contemporáneo no puede tener -ni debe si se pretende que siga siendo una apuesta reconocida fuera de nuestras fronteras- un funcionamiento igual al de los antiguos museos. Este centro no se nutre solo de pasivos visitantes físicos de la ciudad y la provincia de Huesca, incluso de Aragón, sino que es universal pues su propia definición lo hace accesible a través de los nuevos sistemas de comunicación para muchos miles de interesados de la ciudad, de Aragón, de España y de todo el mundo.

Las instituciones garantes del Patrimonio y la crítica artística saben muy bien que el centro de documentación del CDAN nutre a activos investigadores que acceden a sus bases de datos desde cualquier punto del planeta, consultas que crecen regularmente desde su inauguración en 2006, razón por la cual tendrán que avisar de la responsabilidad de cambiar su orientación y convertirlo en un museo local, despojándolo de su capacidad de servir al mundo artístico y privando a Aragón de un centro que pregona la calidad y la seriedad de los proyectos que se ponen en marcha en esta tierra que vio nacer a Goya.

Lamentable manera de comenzar el programa en homenaje a los 250 años del pintor de Fuendetodos cuya capacidad creativa, innovadora y divergente, sin sujeción a los cánones reinantes, lo convirtió en un maestro universal.