Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Responsabilidad Social

El Congreso Internacional de Responsabilidad Social celebrado en Zaragoza en formato híbrido y dirigido por la oscense Nita Macía ha sido, seguramente, el más ejemplar de los siete que se han celebrado con el centro en Zaragoza y la proyección en el mundo, por cuanto las circunstancias han obrado el efecto virtuoso de hacerlo más accesible y, consecuentemente, más eficaz en la comunicación de contenidos que marcarán la historia del planeta en el futuro.

La Responsabilidad Social constituye hoy un fenómeno tan transversal que difícilmente se puede circunscribir ya a la vieja trinidad de la transparencia interna en las organizaciones, la conciencia medioambiental y el protagonismo con acciones concretas en el desarrollo de la comunidad en la que prestan sus servicios. Hoy, se proyecta hacia el exterior con los 17 objetivos de desarrollo sostenibles que marcan Naciones Unidas y, a la vez, tiene su introspección en el sentido de que la búsqueda de la marca personal por parte de todas las personas de una entidad producirá una multiplicación de los resultados individuales de nuestra concienciación.

Las conclusiones del Congreso Internacional constatan que, en realidad, la diversidad es la que define el modelo actual de las relaciones entre los ciudadanos, las organizaciones y los países. Y, en este sentido, la confluencia de las reflexiones y de la acción propicia la enorme oportunidad de configurar un puzzle que, si somos capaces de completar, redundará en justicia social, en igualdad de oportunidades, en conservación del medio ambiente, en transparencia, en cooperación entre la iniciativa privada y la gobernanza pública, en la distribución de los recursos naturales y en la edificación de un mundo en el que los valores caminen paralelamente a la digitalización irrenunciable.