Opinión
Por
  • Fernando Jáuregui

El gran "gambito de dama" de Madrid

Inés Arrimadas Ciudadanos
Inés Arrimadas
Agencia EFE

La de Madrid ha sido siempre la madre de todas las batallas, de la mano, invariablemente, de una clase política especialmente acorchada y mal acostumbrada a abusar de los privilegios de la Villa et Corte. Así que el paso dado por Inés Arrimadas-Isabel Díaz Ayuso, que tanto monta, aunque sea en caballos bien distintos, rompiendo un pacto siempre inestable y convocando, la segunda, elecciones en la Comunidad de las Comunidades para el próximo 4 de mayo antes de que el PSOE la descabalgase con una moción de censura, promete ser una pelea épica, memorable. Sobre todo si los socialistas saben colocar bien a su cabeza de filas. 

Me consta que este miércoles, que pasará a la Historia de la Comunidad, cuando la presidenta de la CAM decidió romper con quienes rompían en otros lugares, Ciudadanos, y dar el paso de ir a unas elecciones anticipadas, cientos de mensajes comenzaron a llegar a La Moncloa sugiriendo el nombre de la ministra de Defensa, Margarita Robles, como cabeza de candidatura del PSOE. Una baza que descolocaría a Podemos, que no la puede ni ver (y viceversa), y que trataría de ganar para la causa del 'socialismo socialdemócrata' (ella no es militante) a muchos de quienes se sienten en estos tiempos descolocados en Ciudadanos, en Unidas Podemos, en ese roto Más País de Errejón e incluso en el Partido Popular, por no citar al propio Partido Socialista. Bastaría con que Robles y Díaz Ayuso levantasen esa bandera, tan anhelada por muchos, del gran pacto transversal para que la historia política española comenzase a cambiar. Y, además, muy rápidamente. Porque, tras la ruptura de Ciudadanos y PP en Murcia y lo de Madrid, qué duda cabe de que las piezas comenzarían a caer en otras comunidades, especialmente Castilla y León y quizá, quién sabe, Andalucía. Veremos qué movimientos se precipitan en este gran 'gambito de dama' que se inicia. Mucho ha de ocurrir. A quienes nos gusta el espectáculo de la buena política creo que nos va a apasionar esta especie de campeonato nacional de ajedrez político, tras tanto tiempo de atonía, indecisiones y deterioro. Esto debería ser un verdadero movimiento impulsado desde el hartazgo y la corruptela de lo que es la verdadera política al servicio del ciudadano. Y un ejemplo para lo que está a punto de ocurrir en Cataluña. 

Sí, apruebo el jaque a la reina iniciado por una Ayuso que ya no podía más, cercada por sus movimientos de peones, no siempre acertados, con motivo de la pandemia. Apruebo también que Inés Arrimadas, desde un Ciudadanos no menos acorralado y en peligro de extinción, haya movido, todo lo forzada que usted quiera, alguna ficha, aunque sea dejándola caer. Ahora es el gran paquidermo socialista quien debe hacerlo, y basta ya de politiquillos de tercera como los que han poblado tato tiempo la Federación Socialista Madrileña, antes, y el PSM ahora (y conste que para nada me refiero a ese caballero, demasiado caballero para estos fregados, que es Ángel Gabilondo, claro está) . Hace falta alguien que sea capaz de concertar voluntades con los que no son 'de la militancia', que en Madrid vienen a ser como 'los del rollo'. Déjennos ilusionarnos por una vez con la Política con mayúsculas en este secarral político que es España, y no digamos ya la Comunidad de Madrid. Robles, Ayuso, Arrimadas: que buena tripleta, aun en la confrontación pactada, para acabar con peligros como el que representa, por cierto, otra mujer, Monasterio. Y para inyectar nueva savia en los viejos árboles podridos en cuyas cortezas están grabadas, ya cayéndose, las siglas de lo vetusto.