Opinión
Por
  • Diario del Altoaragón

Otros procesos se abren

Bienes eclesiásticos parroquias
Trabajos de traslado de los 111 bienes de las parroquias altoaragonesas al Museo Diocesano de Barbastro-Monzón
A.H.

CERRADO, a pesar de las amenazas de la consejera de Cultura de la Generalitat y a su vez presidenta del Consorcio del Museo de Lérida (dualidad difícil de entender por cuanto este último cargo estaría mejor en manos de algún representante de la sociedad civil), el proceso de devolución de los bienes de las parroquias altoaragonesas, prosigue el de las pinturas murales de Sijena y se abre otro de forma irrenunciable: el del retorno de las obras de las iglesias de los municipios de Berbegal y Peralta de Alcofea, con un valor en todos los casos extraordinario y que constituyen una parte fundamental del patrimonio histórico de nuestra provincia y de Aragón.

La decisión, que obviamente corresponderá a la Diócesis de Huesca y en la que el Gobierno de Aragón debiera ejercer el mismo papel coadyuvante que en el exitoso ejemplo de Barbastro-Monzón, tendría que poner en marcha toda la maquinaria jurídica, amparada en la jurisprudencia ya existente y con sus especificidades, de manera prácticamente inmediata. Seguro que el prelado oscense entenderá, como ha sucedido con su homólogo Ángel Pérez, que la recuperación de unas piezas que son símbolo de los pueblos que hicieron brotar con su esfuerzo, creatividad y fervor religioso tales prodigios no es una cuestión exclusivamente eclesiástica, sino que forma parte del orgullo del territorio y de la justicia con la historia.

El tercer proceso, en el que garantizamos la pulcritud del Obispado, es el del adecuado tratamiento hasta la exhibición de las obras entregadas en el Museo Diocesano. Espuriamente, se ha establecido en el relato catalán que no sabremos cuidarlas, Quizás en tiempos se cometieron errores, pero se les ofrecerá la dignidad de la que en muchos casos carecieron en Lérida y la seguridad jurídica impecable.