Opinión
Por
  • Ángel M. Morán Viscasillas

Arte: la independencia va de farol

Frontal de Buira bienes de Barbastro-Monzón
Frontal de Buira, ya en el Museo Diocesano de Barbastro.
S.E.

AFIRMA en público la consejera catalana Ponsa que las obras volverán a Lérida con sentencia judicial. Si pregunta a cualquier abogado de su departamento, mínimamente imparcial y solvente (alguno habrá) le explicará que las posibilidades son muy remotas por lo que bien haría en diseñar una nueva política acorde con lo que se le viene encima. Salvo que esté en otra realidad paralela, ella también lo sabe en su fuero interno, lo que acabará convirtiéndose en su peor enemigo. En algún momento se formará gobierno en Barcelona. Apuesto algo a que doña Àngels no repetirá porque ha sido señalada por el pueblo como agente pasivo y para un político eso es casi sinónimo de estar amortizado. El ejemplo cercano es Santi Vila que creyó firmemente en el aval del Govern por su actitud de oposición a la justicia. Supuso que precisamente esto le abriría los cielos de la Generalitat en forma de President. Grave error. El nacionalismo catalán de derechas le niega el pan, la sal y la palabra al que supuestamente pacta con el nacionalismo de Madrid. Hoy eres ejemplo de político íntegro y mañana prototipo de apestado, así es la vida.

Pues bien, quien asuma Cultura en la Comunidad vecina debe tener claro que, sobre las obras de arte del altoaragonesas, no le asiste ni la razón, ni la historia, ni la justicia (divina y humana) pero, sobre todo, no le asiste la ética.

Miran a Europa, asegurando que los tribunales les darán la razón en Luxemburgo evidenciando que tiran la toalla de lograrlo ante las instancias de aquí. Por supuesto, tienen todo el derecho que les concede el ordenamiento jurídico español.

Con las obras en su poder era fácil permitirse el lujo de pleitear dilatando la solución hasta que nos cansáramos. Teniendo la pelota jugaban con ventaja, pero resulta que han dilapidado sus oportunidades al minusvalorar la tenacidad de los vecinos. El sr. Junqueras sabe que Aragón planteó opciones para resolver el tema de forma consensuada con el único requisito de que Lérida reconociera la propiedad de Barbastro. Habla mucho en televisión dirigiéndose a sus seguidores por lo que estaría bien reconocerles explícitamente que vetó esa posibilidad. El anuncio, para ser coherente, pasaría por asumir personalmente las consecuencias de esa grave decisión que tantos lamentos está generando en la ciudad del Segre.

Clara Ponsatí, consejera de Educación en 2016/17, se permitió otro lujazo histórico del que debería sonrojarse cada día. En una videoconferencia pública, en mayo de 2018, afirmó que en el referéndum del 1-O y en la declaración de independencia, su Gobierno estuvo “jugando al póquer” con el Estado español y que la parte catalana “iba de farol” En noviembre, con la fuga, asumió que tampoco tenían medios para hacer efectiva la secesión. El problema es que no hablamos de cartas, sino de jugar con “su” gente y con “sus” sentimientos.

El receso hecho, viene a cuento de que siguen sin tener argumentos jurídicos para recuperar la custodia de las piezas. Es inimaginable pensar que en la vista oral de Barbastro su defensa se hubiera guardado pruebas en la manga por aquello de sacarlas en una instancia superior. Entonces, si no tienen nada nuevo ¿cómo pretenden que les dé la razón el Tribunal de Justicia de la Unión Europea?

No pueden presentar títulos de propiedad porque es un depósito levantado. No hay justificantes con pagos de compras realizadas. No existen impedimentos reales para realizar el traslado habiéndose constatado que los 65 kilómetros de distancia por autovía es un trayecto seguro. No puede acreditar catalogación de la colección porque Aragón las tiene clasificadas y además con notoria anterioridad. El museo donde se ubican las obras, como poco, es de tanta calidad como el del que salieron y su discurso expositivo hasta el día 10 de marzo estaba tan falto de unión como el que alega Lérida desde esa fecha...

Y acabo. Además, tenemos a don Ángel Pérez, el obispo de Barbastro-Monzón, que es un hombre sencillo, más que bueno, serio en el trabajo, cabal en el discurso, dialogante, riguroso y eficiente, que hace de las hormiguitas el verdadero ejemplo y que ha sabido unirse a la buena labor del gobierno de Aragón en la legítima defensa de nuestros intereses. Juntos han sido los auténticos artífices de que nuestra tierra haya recuperado 156 obras, de momento, aunque con toda seguridad van a ser más. Gracias por la inmensa satisfacción que esto nos ha supuesto a muchos, por la esperanza en el mañana y porque no solo es justicia…también es dignidad. l

Secretario General Fsie en Huesca

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