Opinión
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  • Diario del Altoaragón

El agua, planificar integralmente un gran recurso

Pantano de Barasona
Pantano de Barasona
D.A.

EL AGUA representa un recurso que, en la cotidianidad de buena parte del planeta, es accesible con una naturalidad que no alcanzamos a comprender su importancia. Tan sólo es objeto de conversación en circunstancias extremas, en épocas de sequía, de restricciones, de contaminación o de concienciación de las carencias que nos llegan desde distintos países. Sin embargo, activamos un ingenio como es el grifo y nos llega generosamente para beber, para cocinar, para ducharnos y para lavarnos las manos, con lo que no sólo contribuye a las actividades diarias sino que, además, es una fuente de salud absolutamente irrenunciable. En nuestra percepción, se da por hecho y por tanto pasa desapercibido que los alimentos de las huertas o de las carnes necesitan un aporte del elemento líquido para su cultivo y su crecimiento.

Sin embargo, como en tantas otras facetas de nuestra existencia individual y de nuestra sociedad, la fluidez proviene de mecanismos extraordinariamente complejos y, a su vez, implica unas responsabilidades extraordinarias al no ser un recurso ilimitado. Por propia naturaleza, es ineludible y, consecuentemente, hay que buscar las garantías para que los usos estén disponibles para miles de millones de ciudadanos. Ese es el sentido de la celebración del Día Mundial del Agua, que es una llamada a la sostenibilidad, a la preservación medioambiental, a la eficiencia, a las energías renovables y a la generación de las mejores condiciones para que de ella brote vida. En tiempos de economía circular y de necesidad de optimización de los bienes de los que disfruta el ser humano, la racionalidad ha de aportar coherencia frente a prejuicios ideológicos, solidaridad frente a egoísmos y, sobre todo, ha de poner el foco en el desarrollo para el bienestar de todos.