Opinión
Por
  • GARTÓN

Invasión de rociítos

Rocío Carrasco
Rocío Carrasco
EP

Me persigue twitter, feisbuk me apura, me invaden instagrammers, galopo delante de manadas de famosos, la ministra que se pone el mundo de la igualdad por montera me acosa a golpe de carcajada y con la monasterio al cuello, el presidente realdecreta que el guardia civil retirado es malo e innoble, metoo, metoo, mecagüen too... Y, ¡ufff! Me despierto empapado en sudor. Me lavo la cara, me afeito y me ducho, que uno es medianamente pulcro y con esa pesadilla se me ha pegado el pijama a las carnes trémulas y el corazón palpitante. Desayuno. Una mandarina, que aún es época, una pera y al café. Cojo el diario, lo hojeo -que ya lo vi ayer en la sala de máquinas- y enciendo la televisión. La Grisso, la Ana Rosa, la Mónica. Todos dan paso a la noticia del día. ¿Muertos? No. ¿Vacunas? No. ¿Contagios? No. ¡Joder, la Rociíto! ¡País! ¡A la mierda! Al autoexilio