Opinión
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  • Diario del Altoaragón

La cultura de la prevención

aludes Pirineo
Anuncian riesgos de aludes
D.A.

LA PREVENCIÓN se ha convertido en uno de los grandes paradigmas del mundo de hoy a causa de la pandemia por el coronavirus. Ha sido una enseñanza sobrevenida, súbita en su irrupción y paulatina en su desarrollo por el desconocimiento de las formas de contagio, por la dificultad científica para afrontarla y por la consecuencia de unas nuevas formas de vivir y de protegernos desconocidas por todos nosotros.

La presunción de que, a medio plazo, podemos quedar tranquilos por la conocida como inmunidad de rebaño no nos librará de tener otros riesgos al acecho, quizás algunos nuevos pero en muchos de los casos en facetas que han sido recurrentes a lo largo de los años. Hoy mismo damos a conocer los peligros que se pueden producir en la montaña pirenaica por las condiciones favorables a la precipitación de aludes y sus repercusiones para la integridad de muchos de los practicantes de deportes de aventura que durante las semanas venideras se van a concentrar con el anhelo añadido al habitual de las restricciones de movilidad de más de un año.

No se puede reprochar en este caso a las administraciones desdén o dejadez en general en la prevención de la siniestralidad en la cordillera. Las campañas como Montañas Seguras han dejado un reguero de conocimientos y de formación suficientes como para no someternos a circunstancias indeseadas. Y, sin embargo, la seguridad, que es la base de la prevención, ha de ser permanentemente cultivada con información y con serenidad, que generosamente hemos de trasladar a todos esos contingentes de visitantes que, por ignorancia o por temeridad, se lanzan sin recursos ni certezas a especialidades para las que manifiestamente no están preparados. Hay aviso de aludes... pero los aludes no avisan.