Opinión
Por
  • Kattalin Aspuru Rubio y José Manuel Ramón y Cajal

Día Mundial contra el Cáncer de Colon

AECC Huesca cáncer de colon
Cartel de la actual campaña de captación de la AECC.
S.E.

ES PROBABLE que conozcas a alguna persona que padezca o haya padecido cáncer colorrectal (CCR), esto se debe a que es el segundo cáncer más frecuente en hombres y mujeres por detrás del de próstata y el de mama, pero si tomamos ambos sexos como referencia nos encontramos actualmente ante el cáncer más frecuente en España. En Aragón se diagnostican aproximadamente 1.200 casos cada año y en Huesca en 2020 diagnosticamos a 211 personas. Comporta la segunda causa de muerte por cáncer en España por detrás del cáncer de pulmón, pero la tendencia es descendente gracias a la implantación de los programas de detección precoz y a que los tratamientos que son cada vez más específicos.

El riesgo de padecer CCR se incrementa a partir de los 50 años y es ligeramente más frecuente en hombres que en mujeres. Los antecedentes familiares también elevan el riesgo, se valora en este caso el grado de parentesco, el número de familiares afectados y la edad al diagnóstico.

Existen otros factores de riesgo que son de gran importancia ya que se pueden modificar, es decir, está en nuestra mano eliminarlos. Hablamos del tabaco, el alcohol, el sedentarismo y un determinado grupo de alimentos que recientemente se ha asociado a CCR y ha modificado las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud generando una gran polémica: las carnes rojas y las carnes procesadas. Actualmente existe evidencia suficiente para desaconsejar el consumo de carnes procesadas y carnes rojas sobre todo cuando se cocinan a altas temperaturas o en contacto directo con el fuego. Una dieta pobre en fibra también se ha asociado con el incremento del riesgo.

En este, como en todos los cánceres, la detección temprana es la clave para un buen pronóstico. En primer lugar, es fundamental conocer cuáles son las manifestaciones más frecuentes y cuándo consultar al médico de cabecera. Los síntomas con los que el CCR da la cara habitualmente son: la rectorragia (emisión de sangre por el recto) y la hematoquecia (sangre mezclada con las heces), que pueden asociarse a un cambio en el ritmo habitual de las deposiciones (diarrea o estreñimiento de reciente aparición) y a anemia. Estos síntomas son muy comunes en la población general y es más frecuente que se asocien a patologías benignas que malignas, en este punto es vital el papel de los médicos de atención primaria que valoran a cada paciente e indican la exploración o tratamiento más adecuado. Lamentablemente, cuando algunos de estos síntomas se asocian a CCR, pueden ser el reflejo de una enfermedad avanzada, por eso es tan importante la implantación y el desarrollo de los programas de detección temprana o programas de cribado.

El cribado permite la detección del cáncer antes de que este produzca síntomas, en el caso concreto del CCR permite incluso la detección y tratamiento de las lesiones premalignas (las que preceden al cáncer): los pólipos. Consiste en la detección de sangre microscópica en heces mediante un test que realiza cada paciente en su casa. Si este resulta positivo desde el centro de salud se solicita una colonoscopia, que es la prueba capaz de diagnosticar el tumor, los pólipos u otras patologías banales que pueden cursar con sangre oculta en heces positiva. Hoy en día las colonoscopias se realizan con una sedación que permite que la exploración sea totalmente confortable y segura. En caso de ser negativo se vuelve a realizar el test de sangre oculta en heces a los 2 años.

El cribado de CCR ha demostrado una disminución significativa las muertes, al fin y al cabo, no solo consigue detectar el cáncer en estadios tempranos, sino que gracias a la resección de los pólipos conseguimos que en algunos casos el cáncer no se llegue a desarrollar. El beneficio del diagnóstico precoz en términos de supervivencia y calidad de vida es evidente, pero es importante destacar también el aspecto económico. El coste del tratamiento del CCR en estadio local es muy inferior al coste del tratamiento del paciente con metástasis, en 2018 el coste medio anual por paciente con CCR en estadio local fue de 16.529 euros frente a 34.738 euros en los casos de estadio metastásico. Actualmente numerosos estudios han demostrado que el cribado de CCR es coste-efectivo respecto a no hacer cribado, con un ahorro económico importante si se compara con el coste del tratamiento del CCR avanzado.

Aragón comenzó a implantar el programa de cribado en el año 2014 en una pequeña proporción de pacientes, y poco a poco se ha ido ampliando con el objetivo de abarcar a toda la población diana, que son las mujeres y hombres de entre 50 y 69 años. A fecha de marzo de 2020 aun no habíamos terminado de valorar a toda esta población diana. Por el efecto de la pandemia en el sistema sanitario se suspendieron todos los programas de cribado incluido el de CCR, el perjuicio que esto ha ocasionado está por cuantificar, pero se estima nefasto. Actualmente se ha vuelto a poner en marcha, pero no al 100% ya que la situación sanitaria no lo permite aún.

Uno de los efectos más importantes de la pandemia, a nivel sanitario, es el retraso en el diagnóstico y tratamiento de casi todas las enfermedades, y de forma más significativa del cáncer. Al retraso de exploraciones diagnósticas y la dificultad de acceso a los centros de salud, se añade la reticencia de algunos pacientes a acudir a los centros médicos por miedo a contagiarse o por miedo a consultar por “algo banal” y empeorar la situación. Esto ha ocasionado que en los últimos meses hayamos atendido a una mayor proporción de pacientes con enfermedades avanzadas en el momento del diagnóstico y que ya presentaban síntomas hace tiempo. A pesar de la situación actual es esencial perder el miedo a consultar ante los síntomas sospechosos y no dejar de participar en los programas de detección precoz. l

Dra. Kattalin Aspuru Rubio. Servicio de Aparato Digestivo Hospital San Jorge Huesca

Dr. José Manuel Ramón y Cajal Asociación Española Contra el Cáncer Huesca