Opinión
Por
  • Sergio Bernués Coré

La fuerza del corazón

Dick Hoyt
Dick Hoyt
S.E.

“Sólo he querido darle a mi hijo la mejor vida posible, no soy ningún héroe por eso. Dick Hoydt.

Cuando no hay NADA que hacer, ¿qué se puede hacer? ¿Cómo actuar cuando el consejo es resignarse? El 17 de marzo de 2021 falleció Dick Hoyt a los 80 años, uno de los protagonistas de esta inspiradora historia, de resiliencia y gestión de la adversidad, que comienza el 10 de enero de 1962 en Massachusetts.

"Su hijo Rick será un vegetal, ingréselo en un centro especializado, no hay posibilidades de recuperación" - le dijeron los médicos al Teniente Coronel Dick Hoydt. Debido a la falta de oxígeno en el cerebro al nacer, por presión del cordón umbilical, le habían diagnosticado tetraplejia con parálisis cerebral espástica. Pero el miembro de la Fuerza Armada de los EEUU no estaba dispuesto a rendirse.

Sus padres decidieron enseñar a Rick como a un niño normal y trataron de integrarlo en el sistema escolar público. En 1972 un equipo de ingenieros de la Universidad de Tufts le trajeron una máquina para comunicarse, similar a la que utilizaba del profesor Stephen Hawking. Sus primeras palabras fueron: Go Bruins! En apoyo a los Boston Bruins que jugaban las finales de la Copa Stanley esa temporada. El chico podía comunicarse y además tenía sentido del humor.

En la primavera del 77, Rick le preguntó a su padre si podían correr una carrera en apoyo a un compañero de la Escuela que había quedado paralítico. Al finalizar dijo: “Papá, cuando corro, siento que no estoy discapacitado”. En ese instante, los dos hicieron un pacto: “Tú serás mi inspiración, mi luz, y yo seré tus piernas, te mostraré el camino y creceremos juntos”.

A partir de ese momento, comienza la maravillosa historia del Team Hoydt y se suceden las carreras en las que el padre empuja a su hijo corriendo con la silla. Pero sus retos no quedan allí, el Teniente Coronal aprendió a nadar para superar triatlones, e incluso el Iron Man. En estas exigentes pruebas recorre 3,86 km nadando, mientras tira de la lancha en la que va Rick. A continuación, pasa a pedalear 180 km en bicicleta con su hijo sentado delante y concluye con 42,2 km de carrera a pie. Nadie les ayuda en las transiciones. Además, realizaron la proeza de cruzar EEUU en bicicleta, completando 6000 km en mes y medio.

En paralelo, Rick acabó primaria, terminó secundaria y se graduó en la universidad. En la actualidad, vive en su propio apartamento y trabaja en Boston ayudando a personas con discapacidad. Los dos imparten conferencias por todo el país narrando su excepcional travesía. En el recorrido de la maratón de Boston, una estatua conmemorativa decora el trayecto porque representan unos valores que son ejemplo para todos: Superación, amor y coraje para superar las adversidades y los obstáculos.

Pero la historia no acaba aquí. Hace unos años, debido a un pequeño infarto, los médicos hallaron que una de las arterias de Dick estaba un 95% obstruida. Si no hubiera estado en tan buena forma física probablemente hubiera fallecido hace 15 años, le dijeron. De alguna manera, ambos se habían salvado mutuamente.

Hace unos días, concluía esta maravillosa historia y este “padre coraje”, ejemplo e inspiración para muchos de nosotros, fallecía a los 80 años debido a una enfermedad cardiaca. “Sé que es un cliché, pero quiero que la gente sepa que pensé que mi padre era un héroe, no solo porque empujó a Rick en el maratón, sino porque fue un gran padre para todos nosotros con quien podías hablar de cualquier cosa. Inspiró a la gente a mirar a todos sus hijos como iguales sin importar su discapacidad” - comentaba uno de sus hijos. 

Autor de El Penalti de Panenka. www.elpenaltidepanenka.com