Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Rigor frente a rigidez

Carolina Darias
Carolina Darias, ministra de Sanidad.
Agencia EFE

EL CONOCIMIENTO contribuye a cambiar la rigidez, que esclerotiza e inmoviliza la capacidad de una respuesta creativa, por el rigor, imprescindible tanto para planificar como para afrontar los grandes problemas individuales y colectivos. Estamos formándonos, a duras penas y todavía con muchas lagunas, en la evolución del coronavirus, en una dinámica que combina los avances científicos, por un lado, y la dinámica de prueba-error en los organismos internacionales, las administraciones nacionales y regionales, y los propios ciudadanos. No es sorprendente que el Consejo Interterritorial represente un manojo de nervios cada vez que se acerca. El Gobierno central, a través de la ministra de Sanidad, lanza una idea y la acogida es diversa y hasta contradictoria. Muchas veces, como ha sido el caso, antes de aterrizar ya se ha esfumado, y de esta manera lo que iban a ser mascarillas en escenarios extraños para semejante protección, como las playas, las piscinas o el campo, concluye en una liberación del atuendo que ha definido estos trece meses.

El Consejo asumió, también, que el futuro inmediato no podrá ser inflexible, sino que habrá que abordar cada brote, cada acumulación, cada revés, con una adecuación que permita restringir la movilidad y las relaciones en los territorios afectados, mientras el resto ha de continuar con su vida más o menos normalizada. No se trata de castigos o premios, no es para nada el concepto, sino simplemente de continuar el desarrollo profesional y de ocio con naturalidad allí donde la situación sanitaria no demanda medidas excepcionales. Bien es cierto que, además, será un espejo para los irresponsables que ponen el riesgo la salud pública. Con o sin estado de alarma, los próximos meses van a poner a prueba nuestro compromiso. Y ojalá, al final, recuperemos los mejores hábitos.