Opinión
Por
  • Gemma Allué

Un alcalde en la solana

Polígono Logístico Industrial de Huesca
Obras en el Polígono Logístico Industrial de Huesca
D.A.

DICE el refrán que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Eso, en política, es negligencia. Baltasar Gracián añadió en El Criticón una vuelta de tuerca: “No hay peor desentendido que el que no quiere entender”. Eso, en política y en la propia vida, tiene un nombre que prefiero omitir. En las últimas semanas, ciegos y desentendidos han dado muestras de sus respectivas capacidades a vueltas con Becton Dickinson y la llegada a Aragón de una de sus nuevas factorías.

En el Ayuntamiento de Huesca, los populares preguntamos a Luis Felipe por su defensa de Plhus como una óptima alternativa a los proyectos de la gran multinacional. Luego de meditar una respuesta lo bastante solemne, el alcalde se encogió de hombros y pronunció una frase para la posteridad: “Es que preferían otro sitio”. El alcalde de Huesca sigue sin entender que los grandes logros no se obtienen si no se buscan. Amazon, por ejemplo, hará mucho bien a la ciudad excepto en una cosa: no será embajadora de las posibilidades oscenses porque eso, como es natural, corresponde a los propios oscenses. A Luis Felipe, en concreto. Esa pasividad autosuficiente viene a ser como si el alcalde se sentara al solecito en la plaza de la Catedral, en una silla de enea, con la convicción de que antes o después el CEO de Google o el propio Jeff Bezos se darán un paseo para visitar la Moreneta. Le pasó antes con la Brigada Castillejos, que le cayó del cielo impulsada por un gobierno del PP. Ahí sigue Luis Felipe, en la solana, sin entender las consecuencias logísticas que eso implica. Ya se encargará el Ejército de traer viviendas, estudios y capacidades, y a otra cosa.

Días atrás demostró que incluso de puertas adentro su perspectiva estratégica es nula. En declaraciones recogidas en los medios de comunicación, aludió a los dos impulsos urbanísticos de carácter histórico que ha vivido la Huesca en las últimas décadas. Insisto, dos y solo dos, en referencia al desarrollo de los Olivos y la regeneración del Casco. Omitió que el primero era iniciativa privada y que en el segundo el PSOE olvidó incluir habitantes. Y con eso anticipaba una tercera gran transformación con el desarrollo del polígono de las Harineras. No le falta razón. El matiz es que, de nuevo, hablamos de iniciativa privada. En otro orden de cosas, olvidó el gran proyecto del Isuela —¡iniciado por un alcalde socialista!—, que en la práctica incorporó de una vez el Perpetuo Socorro al mapa de Huesca y, cómo no, su obsesivo repudio de la peatonalización. Confieso que los políticos usamos con demasiada frecuencia un término algo rimbombante al hablar de proyecto de ciudad. Dicho con más claridad, Luis Felipe no sabe qué hacer con Huesca. Le viene grande. Al alcalde le urgen los ladrillos, las excavadoras y las grúas porque es el mejor modo de fingir que la ciudad tiene iniciativas impulsadas por el gobierno municipal. Salvando las distancias, y usando una imagen felizmente olvidada, Luis Felipe viene a ser como esos señores mayores que pasaban la mañana mirando obras. Cada minuto que el alcalde pasa en la solana es una ocasión perdida para proclamar donde sea necesario, en todos los foros de emprendedores, que Huesca puede acoger nuevas tecnologías, industrias emergentes y calidad de vida para los nuevos profesionales.

Todo es susceptible de empeorar. El otro día escuché una intervención en las Cortes de José Luis Soro, consejero de Vertebración del Territorio, en la que afirmaba que el centralismo zaragozano ya es cosa del pasado. No parece que haya relación —dice— entre eso y la creación de un nuevo parque tecnológico en Villanueva de Gállego. Es pura coincidencia, viene a explicar Soro. Cosas que pasan. Hay quien se expone demasiado a la insolación y quien disfruta mucho del aire acondicionado en su despacho. Y mientras, porque la verdad es tozuda, Huesca languidece porque unos no saben y otros no quieren. Ciegos y desentendidos

Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Huesca