El sensible proceso de escolarización

LA PROVINCIA de Huesca ha iniciado el proceso de escolarización para el curso 2021-2022, con el anuncio de una bajada de los ratios y la exclusividad telemática para las tramitaciones que han de ejecutar los progenitores. Incluso en tiempos de distancia social, no estaría de más que la presencialidad fuera una opción, básicamente porque asegurar la universalidad en el acceso a los medios telemáticos es una presunción probablemente excesiva. Sea como fuere, el comienzo de este procedimiento constituye el punto de arranque real del año escolar próximo, una cuestión que es en sí sensible porque, a pesar de la promesa de la generalización de la libre elección de centro escolar, en la práctica resulta imposible atender en determinadas áreas de las ciudades la matemática impuesta por la norma, ya que los números nunca son múltiplos exactos. Sí que es recomendable, eso sí, poner perspectiva en algunos casos en los que las pequeñas molestias de un desplazamiento un poquito más largo tampoco son un impedimento tan trascendental. Para poner perspectiva, quizás no esté mal mirar hacia esa periferia que es el mundo rural en el que los estudiantes recorren kilómetros y kilómetros en transporte cada día para recibir las clases.

En todo caso, tener preparadas las listas a partir del cierre de la escolarización en los albores del mes de junio constituye una oportunidad excelente para mejorar en la planificación, para establecer las plantillas de profesores con tiempo suficiente para que los centros puedan disponer todo lo preciso para el arranque del curso, para que los interinos conozcan con más antelación sus destinos y, en definitiva, para avanzar globalmente hacia la mejora de la calidad educativa que es asignatura de obligado avance.