Opinión
Por
  • Javier García Antón

Parrilla de Confianza

Ultramarinos La Confianza de Huesca
Ultramarinos La Confianza de Huesca
Rafael Gobantes

ADAPTANDO el cliché invasivo de los tiempos actuales, puedo prometer y prometo que la Parrilla de Oro de la ciudad de Huesca de 2021 me representa. Es más, en una pretensión tan populista como certera, estoy convencido de que nos alegra a todos los oscenses. Incluso me atrevo a proclamar que satisface a los cientos y cientos de miles de visitantes que han hallado en el centro de un precioso burgo, junto a una iglesia rebosante de reyes, reliquias, clérigos y leyendas, un lugar delicioso en el que cobijarse de la lluvia, protegerse del sol y de los vientos, y paladear las palabras que recorren una historia más que centenaria.

Los mejores escenarios de nuestras vidas son los que nos asientan en la maravillosa nave desde la que volar con la imaginación. En López Allué (don Luis orgulloso), plaza de interior de ciudad de interior, los Ultramarinos prometen un viaje por el infinito y por la eternidad. La aventura tiene su enclave en el centro de la tierra, que no es sino el corazón humano. El gran peruano César Vallejo recitaba: “Confianza en muchos, pero ya no en uno; en el cauce, jamás en la corriente; en los calzones, no en las piernas; y en ti sólo, en ti sólo, en ti sólo”.

Hilario Vallier puso la primera piedra, pero mi confianza es en ti, María Jesús; en ti, Bibí; en ti, Víctor; en ti, Susana. En vosotros se deposita porque en vosotros reconozco la grandeza del corazón que se da, rodeado de estantes sin tiempos, de sempiternas esencias de autenticidad, de aromas sutiles de amistad, de la voz aterciopelada que acompaña, del más profundo sentido de la trascendencia, que es proyectarse y entregarse a los demás. La Confianza, ¡ay, qué paradoja!, es integridad de la vida en el fuego de la parrilla desde la que resucitó SanLorenzo. Y me representa. l