Opinión
Por
  • Javier García Antón

Loarre y Charlton

charlton Heston Loarre
Portada de Diario del Altoaragón de 10 de febrero de 1989 con la visita de Charlton Heston a Loarre
D.A.

SANTIAGO Benito, que tenía la inspiración preparada para los buenos titulares, expresó su admiración hacia el protagonista de su crónica: “El gran Heston rueda en las piedras de Loarre”. Había llegado Charlton con su esposa Lydia hasta el Castillo, con un elegante abrigo para soportar los rigores del 9 de febrero (1989) en la grabación para la “Historia de la Ópera” de la BBC. Amable y simpático, departía con quien se le acercaba entre los epatados periodistas, con los labios entreabiertos por la emoción. En la rueda de prensa en Plasencia del Monte, mostró su admiración por la fortaleza que acababa de paladear, él que había sido El Cid y ese Ben Hur que él definía como una víctima... que conducía muy bien los carros. El protagonista de “Cuando ruge la marabunta” no entraba al trapo de las críticas por sus posiciones políticas y, sobre todo, su pertenencia a la Asociación Nacional del Rifle que presidió. Su concepto era que “no hay “buenas armas” o “malas armas”. Cualquier arma en la mano de una persona mala es mala. Un arma en la mano de una persona decente no representa ninguna amenaza”. Su expresión siempre era serena y sonriente.

Charlton Heston se adelantó tanto a sus tiempos que hoy hubiera disfrutado de la consideración del Castillo de Loarre como el más bonito de España. Y hubiera apoyado la reivindicación de la Asociación de Amigos del Castillo que preside Rebeca Santolaria, la hija del sempiterno y sabio guarda José Antonio -Dios quiera que ahora compartan allí arriba las aventuras celestiales- de su catalogación como Bien Patrimonio de la Humanidad. Si ustedes se dejan guiar por Lorena y Roberto, entenderán que lo es, pero además vivirán una experiencia fascinante. Con el espíritu de Heston al lado .