Opinión
Por
  • Pepe López Puy

El 4 de mayo España se juega mucho

Isabel Díaz Ayuso, ayer en Alcobendas
Isabel Díaz Ayuso, ayer en Alcobendas
Agencia EFE

EL EXVICEPRESIDENTE, vicepresidenta, vicepresidento (uno no puede asumir cómo se siente en este momento) ha organizado un exitoso teatrillo en la Cadena Ser, un debate que ganó Díaz Ayuso por la simple razón de no participar de semejante bochorno.

La obra en tres actos contó con la inestimable colaboración de Angels Barceló, moderadora -de moderar, pues no conoce la moderación- del debate que iba a tener lugar. A tenor de su imparcialidad comenzó el esperpéntico espectáculo saltándose lo pactado con los ponentes (muy democrático) y el candidato de Podemos a la Asamblea de Madrid pidió que la “ultraderecha” se retractara de sus palabras acerca de los famosos sobres con balas. No hace falta decir que las amenazas recibidas por diferentes cargos públicos estos días me parecen totalmente repugnantes para nuestra democracia.

Rocío Monasterio, que con gran torpeza consiguió entrar en la provocación del comunista Iglesias, afirmó que condenaba todo tipo de violencia, pero que le hubiera gustado que Podemos hubiera condenado las agresiones que sufrieron en Vallecas. Sí, esas pedradas que abrieron brechas en las frentes de niños (y no tan niños). Y yo subo la apuesta, me encantaría que condenaran el terrorismo de ETA, en vez de pactar con ellos, los bilduetarras, los herederos del terror sufrido en el País Vasco, esas personas (por denominarlos de alguna manera) que siguen sin condenar los tiros que se metían por la espalda a los concejales del PSOE y del PP por defender la LIBERTAD.

Y tras este momento provocado por Iglesias, él decidió irse calificando la situación de “intolerable” en democracia, mientras la moderadora le suplicaba y rogaba en un tono de complicidad que se quedara. Él se fue.

En democracia lo que es admisible es llamar LOCA o IDA a Isabel Díaz Ayuso, “carapolla” a Almeida o que al Presidente del Gobierno le peguen un puñetazo en la calle. Eso es democracia ya que la derecha de este país es despreciable y hay que meterse con ellos. Democracia es tirarle piedras a VOX y dudar de haberles dado, democracia es que el PP y VOX no puedan hacer actos sin estar protegidos por la policía en Cataluña y en el País Vasco, y democracia es que los herederos de ETA estén en las instituciones. Democracia es acusar a periodistas de ser la causa de tus problemas, democracia es llamar hombre de paz a Otegui, democracia es controlar la Fiscalía General del Estado sin ningún pudor, democracia es tratar de impedir la independencia judicial, democracia es apoyar a los dictadores venezolanos, democracia es decidir lo que es o lo que no es desinformación… y así con un largo etcétera de barbaridades.

Sí, no me oculto, soy de derechas y, aunque no odio personas, sí odio ideas, toda esa clase de ideas que huelen a comunismo e izquierda casposa. Y claro que estoy cansado de que se asuma que lo que viene de la derecha es malo e inferior a las propuestas socialcomunistas, pero pese a todo daría mi vida por que todos aquellos que quieren acabar con mi libertad puedan expresarse sin imposiciones ideológicas. Ese es el proyecto del PP, esa es la filosofía de Isabel Díaz Ayuso y es lo que nos jugamos el 4 de mayo no solo en Madrid, sino en toda España: libertad. 

Delegado de Plataformas y RRSS en NNGG España