Opinión
Por
  • Joaquín Palacín

Aragón, ante el 1º de Mayo

Joaquín Palacín, presidente de CHA
Joaquín Palacín, presidente de CHA
D.A.

Encaramos este nuevo “Día Internacional del Trabajo” con una agenda cargada de reivindicaciones laborales. De este modo hacemos un llamamiento público a seguir manifestándonos en las calles y plazas aragonesas para conseguir, de una vez, la aprobación de todas las cuestiones pendientes: La demandada derogación de la reforma laboral (tratando de paliar el recorte impuesto por los gobiernos del PP), el imprescindible derecho a unas pensiones justas (con el objetivo de garantizar una vida digna para las personas mayores) y la subida necesaria del salario mínimo (mecanismo básico de igualdad social).

Si trasladamos al territorio las necesidades de avanzar en estos temas disponemos de una amplia variedad de ejemplos concretos, ya que siguen activos diferentes conflictos laborales en Aragón:

El enésimo intento de los sectores bancarios de reducir más y más empleos (no olvidemos los miles de millones de dinero público destinados para su rescate) dejando sin servicios al medio rural y causando problemas también en los barrios de las grandes ciudades, sobre todo para las personas mayores. Igualmente destacamos el anunciado recorte en la producción de FerroAtlántica en Monzón, con la consiguiente reducción a casi la mitad de los puestos de trabajo, despidiendo a 63 trabajadores. Sin olvidar el sector de grandes almacenes de venta de ropa, con otro fuerte recorte de empleo, o el más reciente anuncio de reducción de puestos de trabajo que afectará a la planta automovilística del valle del Ebro. No podemos dejar de mencionar las demandas de la plantilla del servicio urbano de autobús y tranvía de Zaragoza, en su intento de un convenio digno. Reivindicación que alcanza también al sector del transporte en ambulancia, donde se quejan de los reiterados incumplimientos de la empresa o el grave problema con el alto porcentaje de personas en situación de interinidad en las administraciones públicas que debemos solventar con rigor y coherencia.

Estamos en un momento donde se hace necesario un cambio de modelo productivo, acompañado por un nuevo contrato social, donde las prioridades modifiquen el paradigma de los actuales mecanismos económicos. Hay que prestar especial atención a las PYMES y personas autónomas, base de la economía en Aragón y de la creación de empleo estable y de calidad en nuestras comarcas.

Demandamos el impulso a la creación de un marco normativo aragonés propio que regule las relaciones laborales y la negociación colectiva para evitar que se aproveche la pandemia para seguir retrocediendo en garantías y dignidad.

Hay que enmarcar todas estas políticas dentro de un fortalecimiento de nuestro sistema público y social para proteger a las familias, el empleo y el tejido comercial, turístico e industrial aragonés, además de un impulso y una atención especial para los sectores agroalimentarios y del transporte.

Estamos en un tiempo donde los problemas heredados no terminan de solventarse y las nuevas soluciones están aún por llegar. Tenemos que ir afrontando toda una serie de retos de futuro como la extensión del teletrabajo, superando la brecha existente en la capacitación profesional y entre el mundo rural y el urbano. Debemos incidir en el potencial del “empleo verde” y de la digitalización, investigación e innovación como estrategias clave para la economía pos-COVID. Objetivos enmarcados en el necesario intento de atajar la situación de precariedad laboral entre la juventud y las mujeres que genera una feminización de la pobreza.

Por tanto consideramos que siguen muy vigentes los motivos para hacer de este “Primero de Mayo” todo un aldabonazo por un empleo digno en Aragón y una mejora de nuestros derechos.

Presidente de CHA y portavoz en las Cortes