Opinión
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  • Diario del Altoaragón

El valor de la Campaña Antártica

campaña Antártica
Campaña de las fuerzas armadas en Benasque
D.A.

LOS INTEGRANTES de la XXXV Campaña Antártica del Ejército de Tierra cerraron ayer la fase de montaña, la primera del programa de instrucción y adiestramiento destinado a acompañar a los científicos en la Antártida para que puedan investigar la flora, la fauna, la climatología y todas las condiciones que rodean al continente helado. Para garantizar el desempeño adecuado de los estudiosos, el grupo militar está integrado por especialistas en comunicaciones, mantenimiento, navegación, alimentación, movilidad en la nieve, medicina y medio ambiente.

Tras treinta y cinco ediciones, la Campaña Antártica sigue avanzando en la complejidad de sus objetivos cuyos resultados ofrecen soluciones multidisciplinares para el planeta y para el ser humano. Las Fuerzas Armadas, de esta forma, constatan su trascendencia para la defensa de los intereses españoles con criterios de expansión por todo el mundo para apuntalar las situaciones más apropiadas no sólo de concordia sino también de conocimiento y de mejora del bienestar.

Los ejercicios desplegados en la Ribagorza permiten, de paso, constatar la gran capacidad de nuestro territorio para el desarrollo de actividades transversales, desde las de ocio que tienen la mayor visibilidad porque ocupan una de las facetas vitales más agradables hasta las de la investigación y la ciencia, reforzando el potencial de Benasque constatado también en el centro Pedro Pascual por el que desfilan cientos de investigadores de diferentes disciplinas. Punta de lanza de un país desafortunadamente poco propicio para explotar el ingenio -que inventen ellos que le espetó Unamuno a Ortega- pero que tiene en su condición el afán de la universalidad que se exhibe en acciones como ésta.