Opinión
Por
  • Javier García Antón

Leer como Bill Gates

libros
Bill Gates se concentra para aprovechar los libros.
S.E.

BILL GATES es un referente y, como tal, un modelo a imitar o a desechar. En Inside Bill’s Brain, Davis Guggenheim separa en capas la personalidad del creador de Microsoft junto a Paul Allen para revelar los mecanismos de su pensamiento, compartidos con su mujer. En un momento, el director le pregunta a Melinda cuál es la clave de sus ideas: la complejidad. El multimillonario llena de ecuaciones y conceptos los cristales de su despacho hasta dar con la solución.

El documental constata que a su visión global no siempre le acompaña el éxito, como en la búsqueda de soluciones a la potabilidad del agua en África. Y, sin embargo, su genialidad destapa veredas inauditas.

Gates es un arcano que se abre cuando él lo desea. En su tiempo, antes de la pandemia que presagió, explicó su manera de leer para retener el conocimiento y aprehender la belleza. En primer lugar, toma apuntes en los márgenes de los libros, sobre todo si no son de ficción, para entenderlos en la máxima plenitud.

Preventivamente, Gates descarta los libros que no cree que vaya a culminar. Y, por el contrario, aquellos por los que se decide, dedica no menos de una hora de lectura continuada.

En la escrupulosidad que aplica a todo, agrega a la selección de un libro otros con los que complementar y contextualizar el contenido, porque estima que es desalentador renunciar a una visión global y, por el contrario, nada hay más fascinante que ir descubriendo a través de la consistencia.

Mi profesor Manuel Casado, 1979, nos explicaba que la vida es demasiado corta como para desaprovecharla en lecturas insustanciales. Y es que el junco es tan infinito que hemos de elegir los mejores referentes