Opinión
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  • Diario del Altoaragón

La prudencia laurentina de Huesca

covid
La jefa de la Policía Local junto al alcalde y concejales en el anuncio de la suspensión de actividades del 9 al 15 de agosto.
Pablo Segura

HUESCA es como su patrón San Lorenzo, prudente, abnegada y dispuesta al sacrificio por un bien mayor. Si cabe, es superlativamente sensata, hasta el punto de que en ocasiones nos gustaría que sacaran sus instituciones y toda la sociedad civil la rasmia que también ha caracterizado tradicionalmente a su vecindario.

La muestra de esa cultura heredada es el acuerdo de la Junta de Portavoces y la Junta Local de Seguridad, que unánimemente han decidido el “cierre por covid” de toda actividad pública en las fechas de San Lorenzo, convencidos presumiblemente de que el santo protector bendecirá tal determinación, si bien tampoco pasa nada por el hecho de que alguien hubiera discrepado simplemente con otro tipo de prudencia: esperar la llegada de acontecimientos y actuar con flexibilidad, audacia y versatilidad en consecuencia de la situación sanitaria. Los cien días que ayer aventuró el presidente Sánchez para la inmunidad de rebaño se cumplen el 18 de agosto y, con un pelín de velocidad de crucero en la vacunación, quién sabe si...

Sea como fuere, este llamado a la pizca de rebeldía frente al destino no obsta para que entendamos muy correcta la medida anunciada ayer. San Lorenzo, de hecho, tiene unas connotaciones plenamente apegadas a la vida, a la alegría, al dinamismo y, consecuentemente, nada mejor que proteger y protegernos, a la espera de que lleguen tiempos en los que la fiesta sustituya a la nostalgia y acabemos con esta melancolía extenuante que nos asola. Noventa jornadas antes del metafórico cohete, conjurémonos para la concienciación ciudadana que nos lleve hasta el preludio y el epílogo laurentino con la máxima integridad salutífera de todos. ¡Viva San Lorenzo 2022! Sin más demora.