Opinión
Por
  • Guillermo Boix

La igualdad real de las personas viene para quedarse

orgullo LGTBI
Una de las banderas de la diversidad sexual
S.E.

EN TIEMPOS oscuros cualquier faro de esperanza es un revulsivo para no caer en el hartazgo general . La ley Trans y la ley LGTBI llevan dando que hablar desde hace tiempo. Iniciamos febrero con el borrador de dos leyes que hacen del Estado Español un lugar mejor para muchas personas que hemos sufrido discriminación por no pertenecer a la “norma” cisheterosexual. Conquistar derechos tendría que ser una alegría para toda la sociedad pero, como ya nos vienen acostumbrando desde algunas bancadas de las instituciones, esto se utiliza para seguir aumentando los discursos del odio.

Esta vez estos discursos del odio no solo vienen desde la derecha o la extrema derecha, sino que vienen de nuestras compañeras en el gobierno, ese mal llamado Partido Socialista Obrero Español. Los socialistas están llevando a cabo un juego perverso, intentando paralizar la ley Tras, el último de sus movimientos, abstenerse para que no entre a trámite al congreso de los diputados. No salgo de mi asombro cuando oigo comentarios de muchas mujeres que llevan luchando años por la conquista de derechos y que se han dejado la piel para que la igualdad fuera algo real.

Real también es reconocer y acoger a Jorge en la escuela y que no se le haga colocarse a un lado o a otro según sus genitales.

Real es que una persona consciente cambie su sexo sentido en su DNI, sin necesidad de someterse a un “examen” que patologiza y medicaliza un proceso de transición, ya que la diferencia no es una enfermedad.

Justo es que incentiven a las empresas por contratar personas de colectivos en situación de exclusión social.

De justicia es que una persona no binaria pueda eliminar su mención relativa al sexo en sus documentos oficiales.

Útil es formar a los y las trabajadoras públicas para que sepan cómo atender la diversidad que existe en nuestros municipios.

Orgullo es que desde Unidas Podemos se pongan encima de la mesa y se intenten solucionar problemas que muchas personas llevamos arrastrando toda nuestra vida.

Hay infinidad de razones para apoyar y trabajar estas leyes, pero parece que se prefiere seguir polarizando a la sociedad. La conquista de derechos debería de ser un aliciente y no un campo de batalla donde enfrentarnos las unas a las otras, pero el PSOE insiste en mantener la hegemonía de un feminismo obsoleto, no inclusivo y retrógrado y parece no estar dispuesto a evolucionar para adaptar las leyes a la realidad de nuestra sociedad.. l

Concejal de Con Huesca Podemos Equo