Opinión
Por
  • Diego Marro Ramón

Activos en salud

vacunación
La vacunación, uno de los activos de la salud.
Agencia EFE

La salud pública es el conjunto de actividades que se realizan para prevenir la enfermedad y proteger la salud en un territorio o región. Como actividad humana, es una manifestación del instinto de conservación de la salud de los pueblos, observable desde los orígenes de la humanidad. Como ciencia, aparece sólo a partir de mediados del siglo XIX, en respuesta a los nuevos retos sanitarios motivados por la Revolución Industrial en Europa y Estados Unidos.

Recientemente, Antony Morgan y Erio Ziglio se han propuesto revitalizar la base de evidencia científica para la salud pública. Su modelo, publicado en 2007, va lenta pero inexorablemente instilando nuestros sistemas de salud. Supone un auténtico cambio de paradigma: en lugar de centrarse en las carencias, estos autores ponen el foco en los activos disponibles. En todos los activos disponibles.

La piedra angular de este modelo es identificar, apoyar, interconectar y dar a conocer los activos en salud que ya existen dentro de una determinada comunidad. Un activo en salud es cualquier factor que a nivel individual, familiar o comunitario fomenta la creación de salud. Los activos en salud funcionan como elementos protectores para contrarrestar situaciones de estrés, previenen la enfermedad y contribuyen a avanzar hacia una comunidad más saludable.

La presencia de un Centro de Salud en un barrio es un activo en salud. También lo es la presencia de una zona de paseo agradable, un parque o unas canchas de baloncesto. Una asociación de pacientes es sin duda un activo en salud, y también lo son las actividades y talleres que se organizan en tu ciudad.

Los farmacéuticos comunitarios somos, por definición, un activo en salud. Un profesional sanitario que, además de garantizar el acceso al medicamento, actúa como una “puerta de entrada” a la salud, cercano y accesible las 24h del día.

Un puesto de trabajo puede y debería ser un activo en salud. Toda empresa sabe que la salud y el bienestar de sus empleados es el activo más preciado que posee. Uno de los objetivos que nos hemos propuesto en el Foro Huesca Excelente es desarrollar el potencial de las empresas como activos en salud de la comunidad. Es decir, contribuir a que el entorno de trabajo de una persona sea un lugar que mejora su calidad de vida.

Lograr que las personas se sientan a gusto en el trabajo es una de las claves para la productividad de una empresa. Invertir en bienestar laboral siempre será un acierto.

Estos son algunos de los ejes en los que se está trabajando desde el Foro Huesca Excelente para integrar el bienestar laboral en la cultura de responsabilidad social de la empresa:

- Fomentar el desarrollo en las empresas de planes específicos de bienestar laboral, que resuman la estrategia a seguir y sirvan para reafirmar el compromiso de la organización con la calidad de vida de sus empleados.

- Establecer iniciativas relacionadas con el bienestar físico y también emocional, por ejemplo a través del mindfulness.

- Proponer actividades colectivas que fomenten la actividad física y los estilos de vida saludables.

- A través de las nuevas tecnologías, crear retos individuales y colectivos orientados a mejorar indicadores concretos como peso, tensión, etc.

- Incorporar en los sistemas de comunicación de cada empresa contenidos relacionados con la salud, información de acceso a servicios de bienestar como spas, masajes, actividades deportivas,....

El bienestar de los trabajadores es un asunto multifactorial y complejo que debe abordarse desde una visión integral de las necesidades de las personas y como parte de la transformación digital de la empresa.

Finalmente, el modelo de los activos en salud supone también un reto para la administración. Pasar de un enfoque basado en las carencias a un modelo basado en la identificación e interconexión de los activos disponibles, exige un cambio de mentalidad, actitudes y valores. Se trata de apoyar y fomentar las iniciativas que están surgiendo desde la comunidad (individuos, colectivos, asociaciones, empresas). Este enfoque exige que tanto los responsables sanitarios como la administración estén dispuestos a compartir parte de su poder: una sociedad madura que se sabe principal responsable de su propio bienestar no tiene por qué elegir actuar sobre aquellos asuntos que los responsables políticos consideran como prioritarios. Por otro lado, el papel de la administración es clave en el desarrollo de una Estrategia de Atención Comunitaria exitosa que empiece por un completo “inventario” de estos activos y realice después un análisis interpretativo que los interconecte, con la vista puesta en solucionar problemas de la comunidad de la manera más eficiente.

Director de Marrosalud y Farmacéutico Titular de Farmacia Marro

Vocal de Salud y Responsabilidad Social, Foro Huesca Excelente