Opinión
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  • Diario del Altoaragón

Cronificar la pobreza

Cruz Roja
Sifro González, Juan Rodrigo y Bernardo Más, en la presentación de la Memoria del 2020 de Cruz Roja
D.A.

EL TERMÓMETRO de la salud social que es Cruz Roja ha explicado que la pandemia ha agudizado los problemas económicos de las familias hasta el punto de que ha “cronificado doblemente” esta terrible situación de penuria, de desigualdad. Las puertas de la institución, como la de tantas organizaciones del ámbito social cuya evolución con motivo de la covid ha sido muy similar, han recibido la llamada de sectores de la población que hasta el momento no se habían sentido inmersos en los pozos en los que se compromete la propia supervivencia.

La excepcionalidad (larguísima, hasta el punto de que compromete esta condición) de las medidas sanitarias y su repercusión en la capacidad de genera riqueza y, por tanto, empleo no puede constituir ningún tipo de atenuante sobre la necesidad de actuar sobre una bomba a la línea de flotación del estado del bienestar que, en ciudades como Huesca y provincias como la altoaragonesa, nos llegan hasta la misma piel por ser espacios de proximidad, en los que ni siquiera la miopía puede evitarnos la visión de escenas que no producen conmiseración, sino directamente una impresión insoportable de fracaso como comunidad. Es muy cómodo echar al zurrón trasero de la alforja la responsabilidad sobre esta coyuntura y, sin embargo, con una concepción crítica y reflexiva no queda otro remedio que pensar, sentir, empatizar y actuar. Y, habida cuenta la imposibilidad de las instituciones de la asunción de esta acción por la limitación de recursos, cuanto más fortalezcamos a Cruz Roja, a Cáritas y a tantas asociaciones admirables y abnegadas más estaremos coadyuvando a la solución. Necesitamos la sensibilidad que expone el papa Francisco para interpretar que, cuando desperdiciamos algo, estamos “robando” de la mesa del pobre.