Opinión
Por
  • Fernando Viñuales Buil

La Formación Profesional de la próxima década

ACF Innove
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S.E.

He de reconocer que todavía me sigue sorprendiendo cómo en bastantes ocasiones no podemos dar respuesta a algunas de nuestras empresas clientes cuando nos piden un determinado perfil profesional. Alrededor del 10% de las ofertas de trabajo no son cubiertas. En la comunidad aragonesa, varios son los sectores afectados por la escasez de talento: logística y transporte, automoción, metalurgia, sanidad, farmacia, comercial e industria son algunos de ellos. Cuesta cubrir vacantes para conductore/as; pero también hay dificultades a la hora de contratar oficios como mecánicos/as, pintores/as, torneros/as, fresadores/as, soldadores/as, ajustadores/as, impresores/as, carpinteros/así pero también técnicos/as de mantenimiento; en el área sanitaria hay una fuerte demanda de auxiliares de enfermería, fisioterapeutas y personal de atención sociosanitaria, y en el área comercial faltan sobre todo comerciales especializados/as.

Recordemos algunas de las cifras que tenemos, o más bien sufrimos, en este país. La cifra actual de parados según el INE en el primer trimestre de 2021 es 3.653.899 personas, el 15,98% de la población activa, este porcentaje se eleva al 40,1% si hablamos del desempleo juvenil. El 14,5% de los jóvenes menores de 25 ni trabajan ni estudian y tenemos un 17,3% de abandono escolar.

En los últimos años, el empleo dirigido a titulados en FP prácticamente ha alcanzado al de los graduados universitarios en España: un 40,3% de las ofertas de trabajo se dirigieron a candidatos con esa formación en 2018, solo 0,2 puntos menos que las que se ofertaron a titulados universitarios. Según una proyección sobre el futuro del empleo elaborada por la agencia Cedefop, de la Unión Europea, en 2030 los nuevos puestos de trabajo que se crearán en España requerirán un 65% de profesionales con cualificaciones medias —Formación Profesional— y un 35% con altas —FP de grado superior y graduados universitarios—.

Sí bien en este curso el número de alumnos de FP (básica, media y superior) supera al de bachillerato (861.906 frente a 672.524), en la Universidad hubo más de 1,2 millones de matrículas.

Estas cifras demuestran que, si bien la FP está creciendo en este país, todavía existe una clara desconexión entre la formación ofertada y los perfiles profesionales demandados por las empresas y también en cómo es percibida la FP por los estudiantes españoles. Es un verdadero drama ver cómo casi el 40% de los estudiantes universitarios se ven obligados a realizar trabajos por debajo de su cualificación.

Es evidente que hay que hacer más atractiva la Formación Profesional y además debe ser percibida como tal por los estudiantes. Debemos aprovechar este tsunami por lo digital para incorporar nuevos títulos, como la Fabricación Inteligente, Digitalización del Mantenimiento Industrial, Ciberseguridad, Señalización o Telecomunicaciones Ferroviarias, Fabricación aditiva- 3D, Implementación de Infraestructuras 5G, Inteligencia Artificial y Big Data y BIM (’Building Information Modeling’).

Pero no sólo es cuestión de introducir nuevos títulos, se trata de hacerlos más agiles, de acortar los plazos de acceso al mundo laboral de los estudiantes y para ello la FP Dual puede ser la herramienta perfecta. Esta modalidad de enseñanza dota de mucha relevancia al aprendizaje en empresa, de ahí su modelo que combina la formación teórica en el centro de estudios con formación en el centro de trabajo (entre el 30 y el 50% de las horas). A pesar de que su lanzamiento en España fue en 2012 a día de hoy sólo el 3% de los estudiantes se decanta por esta modalidad, frente a otros países como Suiza y Holanda donde el 40% de las personas trabajadoras la han cursado.

Es cierto que para que la modalidad de la FP Dual se desarrolle en España es necesaria la implicación no sólo de la administración sino también de las empresas. No debemos ver la FP Dual como un instrumento que sólo está dirigido para las grandes empresas, sino que las pequeñas también pueden participar, pero para ello los empresarios, debemos ir pensando en aspectos como la gestión de la formación en los centros de trabajo, la presencia del tutor de empresa o la integración de esos estudiantes en alternancia con el resto de la plantilla.

Esto también es Responsabilidad Social.

Gerente de ACF Innove

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