Opinión
Por
  • Carlos García Martínez

Gota a gota

El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, en una intervención durante su gira por Estados Unidos
El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, en una intervención durante su gira por Estados Unidos
EFE

EL TRIBUNAL Constitucional, atendiendo a un recurso de Vox, que apoyó en su día el decreto, ha anulado por seis votos a cinco parte del estado de alarma aprobado por el Gobierno. La sentencia no cuestiona las medidas, que considera proporcionadas al riesgo sanitario, pero objeta que el Gobierno recurriese al decreto considerando precisa la aprobación parlamentaria del estado de excepción. Un fallo sin precedentes en Europa, donde se tomaron medidas similares. La ministra de Justicia recuerda la “extrema emergencia” de 2020 y que el deber del Gobierno era tomar medidas inmediatas que salvaron 450.000 vidas

Los titulares de prensa al conocerse la sentencia sirven para confirmar mi opinión de cómo, gota a gota, y aprovechando cualquier ocasión, de lo que trata la derecha es de destruir la imagen del presidente del Gobierno. Las portadas de El Mundo, ABC y La Razón destacan que: “El confinamiento de Sánchez fue ilegal”; “El confinamiento impuesto por Sánchez fue inconstitucional”; “El Constitucional tumba el estado de alarma de Sánchez”. Sánchez, Sánchez y Sánchez. ¿Por qué será? Otros medios nacionales, autonómicos o provinciales destacan la noticia sin citar su nombre. “Confinamiento inconstitucional”; “El Constitucional anula el confinamiento domiciliario del estado de alarma”; “El TC declara inconstitucional el confinamiento” o “El TC tumba el confinamiento”. El resto de los principales medios no incluyen la información en sus portadas o la publican en espacios menores, pero los más afines a la oposición no se contentan con destacar lógicamente la parte que les conviene de la noticia, sino que comparten la consigna de desprestigiar sistemáticamente al presidente. Sirve también de ejemplo la repentina frecuencia de artículos de Pilar Cernuda donde, trate de lo que trate, destila la gota: “Sánchez, un desastre como presidente, que lleva a España a la ruina...” La consigna es secundada por la jauría más conservadora y los amarillos: “Sánchez es persona poco ejemplar, no tiene palabra ni principios...” es una de las más repetidas. Con tal profusión de colaboradores en los medios, ¿conseguirán convencer a la gente que los de derechas son mejores?

En lo de desprestigiar al líder gobernante, la derecha tiene precedentes. Los más recientes contra Felipe González y Rubalcaba. Para terminar con el primero la crítica llegó a tal extremo que se rozó la estabilidad del propio Estado”, según reconoció Luis María Ansón, ex director de Abc. A Rubalcaba, al que después se reconoció como un político sólido, lo abrasaron entonces. “Es un hombre indecente y traidor”, “Miserable y cobarde”, están entre los adjetivos denigrantes con que lo abrasaban.

¿Por qué concentran ahora de tal manera los ataques en Pedro Sánchez? Por algo será y no solo por ser el presidente del Gobierno, sino además porque conocen sus capacidades. El día que escribo esta pregunta (el 10-7-21), menudean insultos y acusaciones a su persona: “Es un psicópata”, sentencia una de ellas... Azuzan las emociones con ánimo divisorio, acusan de provocadores a los que ellos provocan...y no digamos cuando se osa responderles.

En otro momento escribiré un artículo que se titulará “Gobernando” e incluirá lo que piensan los que perciben los logros de Pedro Sánchez. Sólo con comprobar el nivel de las personas que han ido ocupando ministerios desde que gobierna bastaría para atisbar su sentido político. Bien gobierna quién bien delega.

La malignidad más destacada fue una encuesta que apareció en mi móvil pidiendo votar la pregunta: “¿Es Sánchez el peor presidente de la democracia?” Cabe preguntarse cómo hubieran capeado el tsunami de la pandemia y una oposición tan salvaje los presidentes que le precedieron. Tomar decisiones, legislar, acudir al Congreso, debatir con las CCAA y soportar toda clase de insultos, eso es gobernar en esta legislatura de la pandemia. Los ERTE, que siguen evitando parados y cierres de empresas, o la adecuada coordinación de la vacunación, son pruebas de buena gobernanza ¿Qué hubiera hecho el gobierno corrupto del pasota Rajoy? En tiempo de crisis los inteligentes buscan soluciones y los inútiles culpables. La gestión de la pandemia era un problema endiablado.